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Un récord mundial sin homologar

Fue varias veces campeón estatal de disco, martillo y peso, y revolucionó la jabalina con una nueva técnica

donostia - De la Quadra-Salcedo formó parte de la sección de atletismo del Real Madrid y consiguió un total de nueve campeonatos de España, seis en disco, dos en peso y uno de lanzamiento de martillo, además de varias plusmarcas estatales en lanzamiento de martillo y disco. Batió el récord mundial de jabalina, pero la Federación Internacional no homologó su récord porque utilizó una nueva técnica, el estilo Erauskin. Lo inventó un vasco, Felix Erausquin, dominador de los lanzamientos de peso y disco tras la Guerra Civil, y así lo narraba De la Quadra-Salcedo en la revista Atletismo español: “En las minas de hierro del valle vizcaino de Somorrostro, los mineros tenían una palanca metálica con la que golpeaban para extraer el mineral. Los deportes vascos siempre tienen su origen en actividades laborales que se convierten en actividades deportivas mediante la competencia y así los palankaris comenzaron a apostar a ver quién lanzaba la barra vasca más lejos. Sus competiciones se hicieron populares y, viéndolos, a Erausquin se le ocurrió aplicar a la jabalina el giro rotatorio que utilizaban aquellos hombres. Él fue quién me enseñó”.

Junto a su maestro, 25 años mayor, empezó a perfeccionar la técnica, a lanzar la jabalina rotando como se hace con el disco, y pronto llegaron las marcas de impacto. El 23 de septiembre de 1956, en la Journee du Sorvenir de París, clavó 66,25 metros; el 14 de octubre, Erausquin ya alcanzó los 83,40 metros en un encuentro España-Francia en Montjuïc mientras Miguel se recuperaba de una lesión y cuando llegaba el momento...

El 24 de octubre, ante la inminencia de los Juegos Olímpicos de Roma y después de que algunos medios franceses hablaran del peligro de la nueva ejecución en el lanzamiento de jabalina -la prensa de la época recuerda algún espectador herido-, la IAAF decidió proscribir el estilo y borrar todos sus registros. De nada sirvió que después De la Quadra-Salcedo alcanzara los 83,80 metros, que hubiese supuesto un récord mundial, o que Erausquin modificara la técnica para que nunca se llegara a apuntar al público.

La decisión del organismo fue rotunda y España, con escasa presencia internacional, nada pudo hacer para cambiarla. - Efe