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En busca del mejor perfil

Javier y juanjo han encontrado el trabajo más adecuado para ellos gracias al servicio de orientación de gureak, que se basa en sus intereses

es bien conocido que Gureak ofrece en Gipuzkoa trabajo a personas con discapacidad física o intelectual en ámbitos como la jardinería, las fábricas de montaje o producción de piezas y las gasolineras. Pero este grupo aglomera cerca de 5.000 trabajadores, de los cuales un 85% tiene alguna discapacidad, en una gran variedad de perfiles. De hecho, consta de cuatro divisiones: la industrial, servicios, marketing y orientación. Para organizar a tal número de personas, cuenta con 50 orientadores que atienden a sus intereses y capacidades para ubicarlos en el oficio más adecuado.

Javier Corthay y Juanjo Trejo son dos ejemplos de trayectorias laborales muy variadas, que en la actualidad han alcanzado el trabajo más adecuado para su situación. Javier, tarraconense afincado en Donostia desde la infancia, solía trabajar en el negocio familiar con su padre, una empresa de productos cárnicos ubicado en Martutene. Sin embargo, en 1999, a sus 43 años, le atacó al pulmón una vasculitis periférica, que inflamó sus venas. “Estoy con inhaladores y corticoides, entonces no podía hacer trabajo físico y antes tenía que descargar el camión”, cuenta.

Así, ese mismo año entró en Gureak y comenzó a trabajar en el Fuerte de San Marcos en Errenteria, hasta que se especializó en hostelería, a lo que se dedicó durante muchos años. Sin embargo, como camarero debía trabajar sábados y domingos, así que en 2015 decidió que ya tenía suficiente. “Voy a cumplir 60 y quería estar más tranquilo. Y ahora tengo las mañanas libres y los sábados y domingos”, relata. En la actualidad, recorre unos 350 kilómetros con su vehículo cada tarde. El servicio de orientación de Gureak le abrió la puerta para dedicarse a conducir hasta Bizkaia para “buscar las cartas de Kutxabank para Gipuzkoa” y distribuirlas por “Eibar, Arrasate, Legazpi, Tolosa, Irun, Errenteria y Zarautz”.

El caso de Juanjo es bien distinto. Este andoaindarra de 43 años siempre ha trabajado con Gureak, porque a los ocho años tuvo un accidente. “Me calló una maceta de tres kilos en la cabeza desde un segundo piso. Me quedó la secuela del brazo izquierdo y saqué la minusvalía. Puedo moverlo, pero no tengo agilidad”, explica y destaca que si le hubiera pasado de adulto “igual no estaría aquí”. A los 23 años, tras formarse en contabilidad e informática, comenzó cubriendo bajas como recepcionista. Pero pronto se asentó en Goiplastic, fabricando piezas de plástico para coches y electrodomésticos por las noches.

Guardián de la barrera

Así estuvo durante 19 años, durante los cuales solo podía relacionarse con sus compañeros. Nunca se le quitó “la espina” de trabajar de lo suyo. “Una mañana, a finales de 2014, me propusieron esto y lo cogí con los ojos cerrados”, recuerda con ilusión. Juanjo custodia ahora la garita de entrada a Goyenetxe, y controla la barrera de paso. Desde su puesto, intenta “alegrar el día” a todo el que se le cruce. “Me gustan las relaciones cercanas y aquí viene gente distinta todos los días. Esta es mi salsa”, se alegra.

Después de pasar por distintas ocupaciones, el servicio de orientación ha conseguido que tanto Javier como Juanjo tengan un cometido de su agrado, basado en su formación e intereses.

Amaia Azpiazu, técnico de empleo, se encarga de que el resto de miembros también lo hagan. Y para ello, detalla las múltiples opciones que ofrece Gureak. La división industrial, que es la más conocida, da trabajo a 2.000 personas en sus 16 talleres de Gipuzkoa. Son tareas secuenciadas y simplificadas “para que personas con necesidad de gran apoyo puedan realizarlas”, apunta. La división de servicios, integrada por 1.600 personas, abarca empresas de jardinería, limpieza, lavandería, estaciones de servicio y hostelería, donde se realizan todo tipo de tareas, desde chófer, a ayudante, mecánico, mantenimiento, etc.

La división de Gureak Marketing -400 personas- consta de marketing online, ensobrado, envío de publicidad a las casas, ese tipo labores. Y por último, está la de orientación, que ha evolucionado de ser un departamento de recursos humanos al uso a convertirse en “un acompañamiento durante todo el itinerario de estas personas en Gureak”, añade la técnico.

Lo más lejos posible

Existen personas que no quieren cambiar de actividad, otros hacen pruebas en distintos lugares y terminan por encajar, y también está quien solicita claramente un cambio. Por suerte, “Gureak da un abanico enorme de ofertas de empleo, entonces es fácil tener algo similar a lo que demanda la persona”, afirma.

Este servicio consiste en desarrollar recorridos personalizados para los solicitantes de empleo en base a “sus capacidades, a sus intereses y a sus expectativas”. Tras una primera entrevista, según su formación y experiencia laboral, “la orientadora pacta unas paradas, y unas dificultades con esa persona para ver qué se le puede ofrecer”, explica. Durante toda la vida laboral, la persona recibe el apoyo de esta figura de referencia para “encontrar el máximo de su capacidad y llegar lo más lejos posible”.

2.000 trabajadores. Se trata del área más conocida, por sus tareas secuenciadas en fábricas. Agrupa al mayor número de personas, que se reparten en 16 talleres por toda Gipuzkoa.

1.600 trabajadores. Caben todo tipo de empresas que dan servicios, tales como áreas de servicio, jardinería, limpieza, lavandería, hostelería o conserjería. Es la segunda división más extensa.

400 trabajadores. Esta división consta de cometidos relacionados con el marketing, como el markenting ‘online’, ensobrado de documentos, o envío de publicidad a domicilios, entre otros.

50 trabajadores. Es el área más técnica y reducida de Gureak. Cada miembro del grupo cuenta con un orientador que se acompaña a lo largo de todo su itinerario laboral, y que vela por conseguir el puesto más adecuado a los intereses y la formación de cada uno.