donostia - La Diputación de Bizkaia ha iniciado la tala de los pinares en la zona del monte Kamiñalde, en Ondarroa, para “descargar de peso innecesario al terreno”. Se calcula que en total podría haber 300 toneladas de madera en pinares y tierras afectados por los movimientos de la ladera que amenaza con precipitarse sobre los edificios situados en sus faldas.
La portavoz de la Diputación de Bizkaia, Elena Unzueta, destacó que, desde la semana pasada, el Ejecutivo foral “se ha implicado y comprometido para tratar de dar solución a este problema” que “es muy importante y va para largo”. Según explicó, con los vuelos de drones de Basalan realizados durante la mañana del domingo “se ha podido establecer la evolución del terreno en la ladera y se ha realizado un levantamiento topográfico inicial de la zona para el posible acopio de materiales de desmonte”. Asimismo, se ha realizado un modelo digital de la zona y de los accesos al talud.
A su vez, el consejero de Vivienda del Gobierno Vasco, Ángel Toña, explicó que la grieta “sigue creciendo”, por lo que se está tratando de levantar terreno de la ladera para reducir la presión. El objetivo es retirar 500.000 metros cúbicos de terreno, para lo que ya se ha abierto una pista por la que puedan transitar camiones.
Desde este lunes se ha comenzado a trabajar adecuando accesos a la zona afectada y “descargando de peso innecesario al terreno a través de la tala de los pinares afectados”.
De forma paralela a esos trabajos, se ha ofrecido asistencia técnica para valorar si los impactos de esa posible tierra podrían afectar a la estructura de las viviendas. “El proceso va a ser largo”, afirmó el consejero de Vivienda. No obstante, ha confiado en que las más de 170 familias desalojadas puedan regresar a sus hogares, si bien ha dado por hecho que esto tardará “meses” en producirse debido a la magnitud de los trabajos que deben llevarse a cabo.
En este sentido, el Ayuntamiento de Mutriku ha hecho un llamamiento a sus vecinos para que los propietarios de viviendas vacías las ofrezcan en alquiler a fin de alojar a los damnificados por el derrumbe. El contrato de arrendamiento se realizaría a través de Alokabide, que pagaría la renta a los dueños de los pisos. - Aritz Edialde