El desalojo de 180 familias por la caída de una ladera en Ondarroa “va para largo”

No solo los vecinos y municipios colindantes han dado grandes muestras de solidaridad con los afectados, también las instituciones han arrimado el hombro para ayudar a las familias desalojadas. El Gobierno Vasco ofreció ayer viviendas y ayudas sociales al Ayuntamiento para atender la emergencia. El problema es “más serio de lo que aparenta y va para largo”, advirtió el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, que, tras visitar la zona, informó de que el “monte se sigue moviendo”. “Ojalá me equivoque, pero esto va a requerir tiempo, mucho tiempo. Y es el monte y su movimiento quien marca el tiempo, no nosotros”, añadió.

Ayer las primeras 84 familias desalojadas entraron en sus viviendas durante media hora para retirar objetos personales. El próximo Consejo de Gobierno estudiará si es preciso poner en marcha alguna medida excepcional.

En la tarde de ayer, representantes del Ayuntamiento de Ondarroa se reunieron con los comerciantes de la zona afectada y volverán a mantener nuevos encuentros con ellos con el fin de buscar soluciones a la situación que padecen. La situación de los vecinos tampoco es mejor.

“Mi mayor preocupación es encontrar un lugar donde alojarnos. Mi vivienda me preocupa pero al final es algo material”, aseguraba ayer Amaia Márquez, una de las damnificadas por el derrumbe de la ladera sobre sus casas. Amaia llego el viernes al hostal Arrigorri, habilitado por el Ayuntamiento para albergar a las víctimas, con su hijo Ibai de seis años. El obligado desalojo complica su situación, ya que comparte la custodia de su hijo con el padre. De hecho estaba en Basauri cuando se enteró del desalojo. - Aritz Erdaide/N.G.