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Urmeneta crea una nueva marca tras su tormentosa salida de Kukuxumusu

El dibujante, que aún mantiene el 33%, acusa al propietario de desvirtuar la marca

Urmeneta crea una nueva marca tras su tormentosa salida de Kukuxumusu

Pamplona - Mikel Urmeneta presentará hoy en Pamplona su nueva marca y su propio proyecto empresarial. Lo hará tras dar a conocer su tormentosa salida de Kukuxumusu, compañía que fundó en 1989, de la que mantiene un 33,3% de las acciones. Su contrato como responsable artístico de la compañía quedó sin embargo rescindido hace casi tres meses tras sucesivas diferencias con Ricardo Bermejo, que controla el 66,6% restante de la compañía.

El artista pamplonés lo anunció ayer mismo por medio de una convocatoria de prensa, en la que calificaba como “incomprensible” la decisión del “actual socio mayoritario de la compañía”. Y en ella anunciaba asimismo que, con su salida, se marcha “el ADN creativo de Kukusumuxu” que emigra al nuevo proyecto en compañía de “dibujantes freelance” de la compañía navarra: Txema Sanz, Belatz, Asisko y MKO. Urmeneta tiene pensado dar a conocer también a conocer “el primer dibujo de la nueva marca” perteneciente “a la colección San Fermín 2016”. Tras conocerse la noticia, Urmeneta recibió decenas de muestras de apoyo a su nuevo proyecto en Twitter.

La decisión de Urmeneta de crear su propia marca, cuyo logo se reproduce a la derecha, no cogió por sorpresa a Kukuxumusu. Aunque sí las formas. La compañía, que da empleo a unas 30 personas, respondió a las pocas horas. Recordaba su actual estructura, aseguraba que seguiría usando los dibujos tradicionales de la compañía (Testis, Belorzia, Wolf, Caperucita...) y señalaba que fue el propio Urmeneta quien tomó la desión de “dejar el día a día” de Kukuxumusu. “MikerlUrmeneta no ha sido expulsado”, señalaban.

Y del mismo modo explicaba su visión acerca de lo vivido desde febrero de 2014, cuando Ricardo Bermejo, cuya actividad profesional en los últimos años se había centrado de modo fundamental en gestionar la imagen de Caja Navarra y de los primeros tiempos de Banca Cívica, se hace con el control de la empresa.

“Mikel Urmeneta se ha ido desvinculando voluntariamente de la compañía , alejándose de sus funciones de dirección artística para centrarse en sus proyectos personales”, explicaba la empresa. Junto a ello, Kukuxumusu reconocía que había planteado a Urmeneta “que adaptase su contrato profesional a la realidad de la empresa”, reduciendo de forma significativa sus ingresos. “Él se negó”, señalaron en la empresa, que apuntaban a este hecho como el factor decisivo en la ruptura.

Por su parte, el propio Urmeneta negaba este extremo y apuntaba a diferencias de fondo, relativas al modo en que uno y otro socio entendían Kukuxumusu. “Bermejo tenía la mayor parte de la compañía, pero ha querido hacer suya también la marca”, sin respetar a su juicio el trabajo de los creadores. “A las pocas semanas de firmar el contrato modifica el logotipo”, añadía Urmeneta, quien apuntaba también a otros detalles en los que había tenido diferencias, como el trato marginal dado al euskera en la comunicación interna en la empresa.

Por todo ello, Urmeneta, quien acusaba también a Bermejo de haber incumplido sus obligaciones contractuales, aseguraba en su cuenta de Twitter que la nueva marca recupera “el respeto a las personas y a los dibujantes”.