Cada día se retiran en Gipuzkoa siete nidos de avispa asiática
En lo que va de año se han eliminado 510 colmenas, 148 más que en 2014Los últimos datos preocupan en un momento en que se afronta la “fase más crítica” de la expansión de esta especie
Donostia - La avispa asiática campa a sus anchas por Gipuzkoa a estas alturas del año. La lucha contra la especie invasora afronta estos días su fase “más crítica”, puesto que aquellos insectos que no fueron eliminados durante la primavera se han convertido en una seria amenaza desde mediados de septiembre. Los profesionales siguen trabajando contra el reloj.
Según datos facilitados esta semana por la Asociación de Apicultores de Gipuzkoa, se han retirado 510 nidos, casi 150 más que el año pasado, lo que da cuenta del avance imparable de la plaga. “Respecto a la afección, antes se diferenciaba claramente la situación de la costa con respecto al interior, pero estos días la avispa está presente tanto en Arrasate, Legazpi o Zestoa como en Irun o Donostialdea”, señala el presidente de la Asociación, Mikel Zubeldia. “En algunas zonas la situación es alarmante”, corrobora el veterinario Egoitz Galarza.
El foco de atención se había trasladado hacia el interior de Gipuzkoa estas semanas atrás. Gracias a los trampeos que se han realizado desde primavera, hasta ahora la capital guipuzcoana parecía a salvo de la amenaza. Pero la avispa comienza a dejarse ver, y bomberos de Donostia han retirado este fin de semana nidos en el barrio de Egia y en el paseo de Morlans.
Zubeldia lamenta que esta es la época más crítica porque “es cuando más acosa” la Vespa velutina. Su avance es abrumador. “Ahora es cuando más se nos acumula el trabajo, y nos vemos obligados a dar de comer a las abejas de las colmenas, porque de lo contrario mueren de hambre ante la presencia de la avispa”, explica.
a la espera de francia Después de cinco años en los que “llevamos sufriendo esta situación”, los apicultores lamentan que la avispa se ha consolidado. “Estamos viendo que esto adquiere tintes alarmantes. En el interior se están eliminando un montón de nidos. Hay profesionales desesperados y, por el momento, solo podemos poner trampas en los colmenares y eliminar los nidos”, comenta Galarza.
Son acciones que valora, el eje fundamental de la lucha contra la avispa, con el objetivo de minimizar los efectos. El problema es que “no resulta suficiente”, y los estudios que se están desarrollando no acaban de ofrecer resultados.
Todo ello, critica, viene condicionado además por la “falta de una lucha en común” en el Estado a la hora de diseñar un plan de trabajo contra la especie invasora. “Siempre he defendido que la mayor esperanza la tenemos depositada en Francia, que es donde más tiempo llevan contrarrestando los efectos de la avispa. Desde luego que parece que se han tomado el problema más en serio que en el Estado español, donde hasta ahora nadie ha hecho nada. Todas las comunidades están haciendo la guerra por su lado, sin ningún objetivo común, y de esta manera los esfuerzos se acaban diluyendo”, lamenta el veterinario.
Por lo pronto, septiembre y octubre son los peores meses, y durante estas semanas los apicultores van a tener que redoblar esfuerzos, teniendo en cuenta, además, que los nidos de la avispa continuarán activos hasta mediados de diciembre. Una lucha en la que hay falta de unidad y de conocimiento.
“Desconocemos un montón de cuestiones sobre el comportamiento de la avispa, y la verdad es que nos llevamos sorpresas. Hay ocasiones en las que vemos un montón de avispas delante de las colmenas, y a los pocos días desaparecen. Al cabo de las semanas vuelven a aparecer un montón, y todo ello nos desconcierta. Esto no son matemáticas y seguimos teniendo mucho que aprender sobre ellas”, admite Galarza.