lerín - El fallecimiento el domingo por la tarde del calagurritano Miguel Ruiz Pérez, de 29 años, tras ser corneado en el abdomen por una vaquilla durante la exhibición de recortes con anillas ha dejado consternado a todo el pueblo de Lerín (Navarra). De hecho, el acto de recuerdo que organizó el Ayuntamiento ayer por la tarde, en la plaza de la Constitución, fue multitudinario y muy sentido por parte de los vecinos.

El Pleno del Ayuntamiento se reunió en la madrugada del domingo al lunes, en plenas fiestas patronales, y tomó la decisión de suspender la suelta de vaquillas de ayer, organizando en cambio una concentración en recuerdo del joven recortador. Durante cinco minutos, cientos de personas guardaron un respetuoso silencio, y a algunos se les vio visiblemente emocionados dada su relación con la víctima.

El resto de la jornada se celebró con el programa habitual, incluido el encierro de las 18.00 horas, aunque en el ambiente se palpaba que no era un día más de fiestas. La alcaldesa de Lerín desde hace apenas dos meses, la independiente Consuelo Ochoa, explicaba ayer que el lamentable suceso había supuesto un “enorme disgusto” y que tanto el Ayuntamiento como el pueblo de Lerín estaba “hecho polvo. Por la noche, había un silencio sepulcral”, decía.

sanitarios A raíz de este trágico suceso, el Ayuntamiento de Lerín va a mejorar, ya desde estos días, algunos elementos en la atención sanitaria durante los festejos taurinos de la localidad, a pesar de que Ochoa aseguró ayer que se cumplía escrupulosamente con la normativa. Así, por ejemplo, se ha decidido que el personal sanitario se coloque en la ambulancia, y no en el cuarto que sirve como enfermería, al otro lado de la plaza, para poder evacuar más rápido a los posibles heridos. El Ayuntamiento También quiere modificar algunas zonas de aparcamiento a la entrada al municipio, todo ello con el objetivo de facilitar la salida de la ambulancia en casos de urgencia. Aun así, asegura que la cornada que sufrió Miguel Ruiz fue de tal gravedad que hubiera resultado imposible salvar su vida.

“Toda la vida ha habido una enfermería en un lado de la plaza cuando la ambulancia sale por el lado contrario. Es una cosa lógica, de sentido común, que los sanitarios estén en la ambulancia para salir lo más rápido posible, como ya hacen en el encierro. Si no, para salir tienen que cruzar la plaza y si hay una vaquilla dentro, se complica todo. Ahora lo hemos visto claro y me cabrea que a nadie se nos ocurriera antes algo tan básico. Hay que revisarlo y ya en estas fiestas vamos a cambiar de sitio a los sanitarios”, decía ayer la alcaldesa, de la formación Plataforma de Lerín. No obstante, dejó claro que la cornada del domingo fue de tal gravedad que hubiera sido imposible salvar al joven calagurritano. “Tal y como fue la cornada, ni aunque hubiéramos tenido un equipo quirúrgico en el pueblo se hubiera podido hacer nada”. Además, defendió la atención del personal sanitario tras el fatal suceso. “Tardaron medio minuto en atenderle, pero a todos los que estábamos allí se nos hizo eterno, porque son momentos de mucha angustia”.