donostia? Érase una vez tres hermanos que vivían en Bilbao y a los que, en vez de un dragón, les atacó una terrible enfermedad, el síndrome de Sanfilippo. Érase una vez unos padres dispuestos a luchar con uñas y dientes para combatir al monstruo y en esas estaban cuando pidieron ayuda a todos sus vecinos. Esta bien podría ser la historia de Naiara García de Andoin; su marido, José Ángel García, y sus tres hijos. Una aventura inacabada que, gracias a la solidaridad de todos, podría tener un final feliz. A falta de espadas de gomaespuma que blandir, los ciudadanos pueden sumarse a esta batalla comprando el cuento Araitz, Ixone y Unai en el parque de los patos, que estará disponible mañana en los kioscos junto con el periódico NOTICIAS DE GIPUZKOA y el resto de diarios del Grupo Noticias. Los 5 euros que cuesta irán destinados íntegramente a la Fundación Stop Sanfilippo y servirán para financiar un ensayo clínico importante para curar la enfermedad.
El relato, publicado en euskera y castellano, forma parte de la colección de cuentos personalizados que la asociación Iniciativas Solidarias Isekin edita para ayudar a niños con patologías graves. Escrito por María Luisa Amigo e ilustrado por Nuria Espinosa, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Bilbao, empresas como El Corte Inglés y Eroski, donde también se pueden adquirir ejemplares, y diversos medios de comunicación, entre ellos, este periódico. Con este respaldo conjunto se pretende dar un buen empujón a la Fundación Stop Sanfilippo, que necesita reunir un millón de euros antes de marzo para impulsar la citada investigación. “Estáis todos los fines de semana de evento en evento agotados. A ver si con este cuento podemos conseguir llegar a la cantidad que os hace falta para poner en marcha el ensayo y podéis dedicaros a vuestros hijos”, dice Naiara que le trasladaron desde el Consistorio bilbaino, donde fue presentado recientemente el relato.
En la historia, ambientada en Bilbao, los tres hermanos se hacen amigos de un perro y juntos ayudan a un niño, que previamente había desistido de jugar con ellos a espantar a un pato que le estaba molestando. “Transmite un mensaje muy bonito: se pueden hacer cosas sin hablar, todos juntos podemos conseguirlo. Es un cuento precioso, que encaja muchísimo con los niños. No es que a los protagonistas les hayan puesto los nombres de mis hijos. Son mis hijos con su circunstancia, jugando en el parque, sin poder hablar, perdiendo amigos que se acercan cariñosos a jugar con ellos, pero al ver que no hay comunicación se van. Es una gozada que la escritora haya reflejado tan bien su día a día y que en su día a día pueden ser héroes”, explica, agradecida, Naiara. “No hay problema grande, como las integrales, lo partes en cachos y lo vas resolviendo a pedacitos”. Con 5 euros de usted, otros 5 míos...l