tras un año de obras, el vertedero de San Marcos está preparado para su cierre definitivo. Su imagen, poco o nada tiene que ver con la de hace apenas año y medio. Hoy no queda rastro de la basura que durante más de 40 años ha ocupado el espacio y, en su lugar, un inmenso prado verde salta a la vista de los visitantes.
Según explicó ayer el presidente de la mancomunidad, Denis Itxaso, quien compareció en el vertedero acompañado por el vicepresidente de San Markos, Mikel Pagola, y el representante del ente en la asamblea del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), Ramón Gómez, la mancomunidad ha llevado a cabo un proyecto de clausura definitiva de dos de las tres parcelas del vertedero, la A y la B. “En ellas se ha procedido a la impermeabilización y sellado definitivo mediante tres capas de materiales geosintéticos, además de 80 centímetros de tierra por encima de estos”.
Ahora los trabajos se concentran en la parcela C, la zona que estuvo en servicio hasta 2008 y que es la más extensa del vertedero. Tal y como indicó Itxaso, en ella se ha procedido a la “recolocación de 157.500 metros cúbicos de residuos que han sido cubiertos con una capa de tierra sobre la que se ha realizado una actuación de revegetación”. No obstante, habrá que esperar cinco años para proceder a una tercera fase en la que se impermeabilizará definitivamente esta zona, ya que la basura todavía no está estabilizada y se siguen produciendo algunos movimientos en el terreno.
Además, habrá que esperar otros 30 años (plazo establecido por Europa) para que los ciudadanos puedan disfrutar de este entorno. Durante este tiempo, se llevaran a cabo labores de control y mantenimiento.
“Con estas obras estamos consiguiendo recuperar esta herida abierta en el corredor verde que va desde Peñas de Aia, Txoritokieta, el propio San Marcos, Lau Haizeta hasta Ametzagaña, el auténtico pulmón verde de la zona”, valoró Itxaso, quien se mostró muy crítico con la gestión de los residuos que está llevando a cabo la Diputación, que a su juicio, se remonta “a los años 60”. Itxaso consideró que el modelo de los vertederos es “anacrónico y caduco” y “no tiene sentido”. “No queremos abrir más heridas en el territorio. Esto -la experiencia de San Marcos- nos debería servir de lección para no repetir modelos que no tienen sentido. Ojalá esto mismo ocurra pronto en Zarautz, Goierri y Azpeitia y ojalá en el futuro no se abran nuevos vertederos”, expuso el presidente de la Mancomunidad.
Por su parte, Ramón Gómez también criticó el plan foral de gestión de residuos. “Hoy estamos cerrando el gran vertedero de Gipuzkoa frente a quienes quieren ponernos uno nuevo, aunque venga enterrado en paquetitos. ¡Como si les ponen un lazo!”, censuró.
Finalmente, el vicepresidente de la Mancomunidad, Mikel Pagola, se refirió a las declaraciones de Errazkin acusando al Gobierno Vasco de retrasar el proceso y consideró que esta actitud responde a “una maniobra para tratar la ineficacia en la gestión y pasar la responsabilidad” a otros.
“Errazkin sabe perfectamente que el Gobierno Vasco no da ninguna Autorización Ambiental en un día y que este proceso tiene unos plazos”, expuso.