Miley Cyrus ondea la ikurriña en el Palau Sant Jordi

2 José Oliva

Barcelona - La cantante norteamericana Miley Cyrus exhibió anoche en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en su primer concierto en España dentro de la gira europea de su Bangerz Tour, una gran ikurriña aplaudida por el público asistente y coreada en algunos puntos del Palau con gritos de Gora Euskadi. Todo ello en medio de un alarde de pirotecnia que en ocasiones llegó a eclipsar a la propia música.

En el recinto olímpico barcelonés, con más de 17.000 asistentes, Miley Cyrus ofreció una combinación de pop-rock efectista y el country que mamó en su Tennessee natal, de provocación -pornodisney lo llaman algunos- y de efectos visuales. Un centenar de seguidores acampaba a las puertas del Olímpico desde hacía una semana para poder captar en primera fila el sudor de su ídolo, otrora chica buena de la Disney como Hannah Montana y hoy superestrella del circo musical, gracias en parte a un calculado sentido de la provocación.

Un sonido saturado y un griterío ensordecedor no ayudaron a que la potencia de la voz de la cantante norteamericana sobresaliera con nitidez durante buena parte de las más de dos horas que duró el concierto. Sobre el escenario peluches humanos de tigre, mono, caballo y oso, marionetas gigantes de monstruos a lo Barrio Sésamo y muchos muñecos, quizá lo único que le una a su pasado como estrella televisiva de la Disney.

El concierto comenzó puntualmente a las 21.30 horas y el grito fue unísono cuando apareció en el fondo una fotografía gigante de Miley, guiñando un ojo y con una enorme boca abierta asomando una lengua-tobogán por el que se ha deslizado la estrella. Luego llegaron algunas de sus excentricidades como comer dinero, refrescar a sus fans con agua lanzada con su propia boca o llevar un vestido de billetes verdes, contonearse exhibiendo sus ingles sobre un coche, colocarse unas gafas con forma de hoja de marihuana, dejar escurrir agua por su canalillo o incluir a una bailarina enana. Cantó un 4x4 tumbada sobre un coche dorado, embutida en un minibody y con las piernas abiertas. En la pantalla, la leyenda Parental advisor. Explicit content, utilizada en los discos de Estados Unidos para advertir a los padres de un contenido indecoroso. Miley Cyrus es puro espectáculo y efectismo, que le coloca en la estela de Madonna, pero solo el tiempo dirá quién recogerá el cetro, si ella, Lady Gaga, Katy Perry, Beyoncé o alguna otra estrella emergente.Todo es gigante en el Bangerz Tour, como el enorme perro de casi 20 metros de altura que luce en escena en Can't be tamed; o el enorme hot dog que montaba sobrevolando el Sant Jordi mientras mantenía la bandera arcoiris. En la recta final ha interpretado sus canciones más populares como 23, On my own, Someone Else y, ya en los bises We Can't Stop, Wrecking Ball y Party in the USA.