A Carlo Secchi no le gusta echar demasiada leña al fuego. Como dice este profesor universitario y economista, nombrado hace un mes coordinador del Corredor atlántico, en el que se integra la Y ferroviaria vasca, su trabajo es presionar a gobiernos y autoridades regionales y garantizar que el dinero europeo se emplea bien, pero de forma "amable" y "discreta". De la línea ferroviaria de alta velocidad que atravesará Euskadi destaca que es un proyecto que ha avanzado extremadamente rápido pero admite que siguen pendientes del empujón definitivo. "Se necesita hacer la licitación de los tramos que faltan y del equipamiento pero el esfuerzo global ya se ha hecho. Estamos aquí para tratar de acelerar", avisa.
Su cargo le da nuevas responsabilidades y sobre todo más control.
-Hasta ahora se trataba de coordinar las acciones de los gobiernos nacionales y regionales, mantener un buen diálogo con ellos, especialmente en los tramos transfronterizos, tratar de identificar problemas, sugerir soluciones y en definitiva facilitar la implementación. A partir de ahora no solo tendremos que garantizar que los proyectos ya identificados se ejecutan, también tendremos que diseñar un plan general para todos los corredores que identificará qué es lo que tiene que ejecutarse de aquí a 2020 para estar operativo en esa fecha, cuáles son los cuellos de botella y todos los problemas que existan.
¿Tendrá un contacto regular con Madrid y Euskadi?.
-Celebraremos reuniones a menudo. Cada tres meses se celebrará un foro y a partir del tercer foro se implicará también al nivel regional. Mantendremos un contacto más estrecho dentro de un diálogo estructurado en el que podrán realizar aportaciones permanentes. El sistema de corredores tiene una visión más europea y eso lo tendremos que trasladar a un plan de acción que deberá estar listo para el 22 de diciembre.
El problema hasta ahora es que Gobierno español, francés y vasco no han ido en la misma dirección o al menos al mismo ritmo.
-Es verdad que no se ha avanzando tan rápido como nos hubiera gustado pero los progresos están ahí. En el caso de la Y vasca esperamos avances importantes en los próximos tres años. Es uno de los proyectos más ambiciosos que tenemos en Europa a corto plazo y se están gastando millones de euros. Pero es una estrategia global. Si se desarrolla una línea transfronteriza y no tienes lo necesario para llegar a Madrid se retrasarán los beneficios para España y para Europa.
¿Y en Francia?
-Aunque la revisión de sus proyectos de infraestructuras generó algunos temores han asegurado que el Corredor atlántico no se verá afectado. Quizás llevará algo más de tiempo, pero lo importante es que los trabajos avancen en la buena dirección. Por ejemplo, están haciendo ya el nudo de Burdeos además de la línea Tours-Burdeos lo que aumentará la capacidad y hay planes para mejorar la señalización de la línea.
¿Cuál es su mayor temor respecto al Corredor atlántico?
-Es un corredor absolutamente coherente para unir la periferia de Europa con el corazón de Europa, con los mercados de Francia o Alemania. Es de interés para todos, para España y Portugal y también para que Alemania y los demás tenga un mejor acceso al mercado de la península. Entendemos perfectamente que no es fácil, por problemas orográficos o financieros, pero es muy importante.
En su último informe criticaba particularmente los retrasos en el nudo de Bergara y la falta de dinero. ¿Le ha dado garantías el Gobierno español de que aportará la financiación necesaria?
-Esperamos que haya una petición de cofinanciación para el nudo de Bergara en la próxima convocatoria de ayudas que se abrirá tras el verano, en septiembre, y se cerrará a finales de febrero de 2015. Probablemente pedirán entonces cofinanciación para completar los tres tramos que quedan de la Y vasca. Se trata de la primera convocatoria bajo el nuevo marco financiero 2014-2020, habrá 12.000 millones de euros, así que habrá más dinero que en las últimas convocatorias de todo el marco 2007-2013.
¿Tienen alguna estimación de cuánto dinero podría llegar a Euskadi para completar la 'Y' vasca?
-Los proyectos transfronterizos podrán obtener hasta el 40% de la confinanción, 30% para los corredores y 50% para todo lo que sea estudios e interoperabilidad, incluido el sistema ERTMS pero se trata del ejercicio que tenemos que hacer este año. La estimación la tendremos a finales de año, una vez que tengamos el plan de trabajo y que conozcamos qué es lo que se implementará durante este período. Teniendo en cuenta que hay nueve corredores y que los países de la cohesión tienen un tratamiento especial y más dinero, la cifra para el Corredor atlántico, para los trabajos en España y Portugal, rondará los 2.000 o 3.000 millones de euros. Algo más si se incluye el sur de Francia. Dependerá lo que quiere hacer Francia desde Burdeos hasta la frontera, de si solo moderniza la línea y deja las inversiones más importantes para más adelante o no.
¿Con qué fechas trabajan?
La estimación realista en estos momentos es concluir todos los trabajos de obra civil en 2016-2017 y completar el equipamiento técnico y la señalización en 2017-2018. En 2017 tendremos además Tours-Burdeos y quizás una mejora de la señalización lo que significa que si está lista la conexión entre San Sebastian, Irun, Hendaia tendremos un corredor continuo a todo el País vasco para 2018. Es lo realista, pero dependerá de la próxima licitación.