donostia ? Un pequeño cachorro de jagd terrier, de unos nueve kilos de peso y que apenas levanta un par de palmos del suelo, acompaña estas semanas al policía foral que lo adiestra a todas partes, tanto al trabajo como cuando sale a pasear o se marcha a casa. Podría decirse que es su mascota, pero si este proceso de formación concluye con éxito, este perro, del que no se puede desvelar su identidad por razones de seguridad, ayudará a la Policía Foral de Navarra en la detección de drogas en registros domiciliarios, redadas en lugares públicos y en el interior de vehículos.
El cachorro, que fue adquirido a un criador de perros de Toledo, afronta ahora su fase de adiestramiento más crítica, la socialización. De ella dependerá que en un futuro no tenga miedo a los ruidos, a las personas o a los distintos ambientes donde deberá realizar su trabajo de perro policía. Esta socialización la realiza el propio agente, que está especializado en el adiestramiento y guía de perros, conviviendo con el cachorro en su hogar familiar para que se acostumbre a todo tipo de situaciones cotidianas. El adiestramiento del perro, que tiene ahora seis meses, también incluye entrenamientos físicos y ejercicios de obediencia y de detección de sustancias estupefacientes. Cuando el cachorro crezca y esté formado, la Policía Foral lo empleará por su reducido tamaño, no superará de adulto los 40 centímetros de altura, como apoyo en el registro de vehículos y de domicilios, especialmente en lugares de difícil acceso como pueden ser la parte superior de los armarios. Con este cachorro ya son once los perros policías con los que cuenta el Grupo de Guías Caninos de la Policía Foral de Navarra, cuatro de ellos especializados en la búsqueda de explosivos, cuatro en la detección de drogas (más el cachorro en socialización) y dos que se están formando en la localización de personas, vivas o muertas. Estos dos últimos animales serán los primeros adiestrados para colaborar con los agentes en situaciones de rescate o búsqueda de ciudadanos. Actualmente, en este tipo de actuaciones intervienen la Guardia Civil o el Grupo de Perro de Salvamento, que tiene un convenio con la Agencia Navarra de Emergencias. Uno de estos perros es un pastor alemán, donado a la Policía Foral de Navarra y cuyos progenitores destacan en la detección de personas, que está aprendiendo estas labores con la colaboración de la Ertzaintza. Se espera que para verano esté ya adiestrado. El otro es un pastor belga malinois que todavía está en el proceso de socialización y, por lo tanto, acompaña a su guía continuamente. Los perros especializados en la búsqueda de explosivos son dos labradores, un pastor alemán y un pastor suizo. Son empleados para realizar inspecciones de edificios públicos y sus inmediaciones o en situaciones de alarma por posibles artefactos explosivos en lugares concurridos, como manifestaciones, conciertos o la Plaza de Toros de Pamplona. ? N.G.