eL censo de asentamientos fortificados de la Edad de Hierro ha sumado un nuevo ejemplar en Gipuzkoa. Se ubica en la cima de Larte, en el término de Gaztelu. Su hallazgo permite remontarse en el tiempo, nada menos que 2.500 años, al milenio anterior al comienzo de nuestra era, un interesante periodo que ha sido objeto de excavaciones a lo largo y ancho del territorio, como así lo acreditan los trabajos en Intxur, Basagain, Buruntza, Murumendi, Moru, Murugain, Muñoaundi y Akutu.
A esta lista se añade ahora el de Erroizpe-Larte, en Gaztelu. Y no es fruto de la casualidad.
La Fundación Arkeolan llevaba tiempo trabajando en la zona. Ya hace tres años se localizó un emplazamiento muy peculiar en el monte Erroizpe. Concretamente, en la cima de Larte, donde llegaron a reconocerse tres anillos circulares de unos diez metros de diámetros y muros de un metros de anchura.
Gran expectación
Un año más tarde, y con la colaboración de vecinos de Gaztelu, analizaron con mayor detenimiento uno de los anillos.
También abrieron una cata arqueológica, que permitió reconocer sedimentos de origen antrópico -relativo al hombre- en restos de carbones, cerámica y huesos. Mandaron a datar el carbón a los laboratorios de la Universidad de Uppsala, en Suecia, y los resultados de esa investigación acaban de presentarse a los vecinos, que han acogido "con mucha expectación" el resultado, según informaba ayer la Fundación Arkeolan en una nota.
Estos trabajos han contado con la colaboración económica de la Diputación. - N.G.