Donostia. La Mancomunidad de San Marcos iniciará en las próximas semanas la fase de sellado del vertedero, lo que servirá, según los responsables de la entidad, para "clausurar definitivamente" este basurero ubicado entre Donostia, Astigarraga y Errenteria y que se ha mantenido activo desde la década de los 70 hasta octubre de 2008. En este periodo ha recibido más de tres millones de toneladas de desechos, lo que equivale a rellenar el estadio de Anoeta diez veces.
En el proceso de sellado que se acomete ahora, con un plazo de ejecución de 10,5 meses y un presupuesto de 6,5 millones, parte de esa basura se va a recolocar y cubrir, lo que conllevará ciertas "molestias" para los vecinos de la zona, que ya han venido sufriendo durante años los malos olores, el tránsito continuo de camiones, etcétera...
En concreto, según explican desde la mancomunidad, "va a ser necesario excavar alrededor de 185.000 metros cúbicos, mayoritariamente de residuos" que, en ocasiones, quedarán al descubierto.
Para tratar de "minimizar" el impacto de estas obras, además de realizarse en invierno, se ha limitado el tiempo necesario para la recolocación de los residuos -que permitirá el correcto drenaje superficial de todas las aguas- y su posterior cubrición a un periodo máximo de cinco meses, cuyo incumplimiento conllevará sanciones económicas para la empresa adjudicataria.
El sellado superficial tendrá continuidad, según detallan desde la mancomunidad, con la "impermeabilización de base y lateral, procediéndose así a aislar totalmente los residuos como si de una enorme bolsa de basura se tratara". El objetivo es evitar que el agua de lluvia llegue hasta los desechos enterrados -"disminuyendo de esta forma la generación de lixiviados"- e impedir la emisión de biogás que produce la descomposición de la materia orgánica.
En este periodo de diez meses durante los que se prolongarán las obras también está previsto construir los canales para el drenaje de las aguas superficiales así como mejorar la captación y conducción de lixiviados para su tratamiento en la planta correspondiente. El plan contempla, del mismo modo, incrementar la actividad de extracción de biogás con 12 nuevos pozos y 8,5 kilómetros nuevos de tuberías, adecuar las pistas y caminos, e instalar un nuevo cerramiento exterior.
Asimismo, se procederá al sellado definitivo de 2,76 hectáreas de la superficie del vertedero, mientras que el resto, 10,3 hectáreas, no podrá ser sellado definitivamente hasta que los residuos terminen de estabilizarse. En total se revegetará una superficie de 13,2 hectáreas.
a largo plazo De hecho, a esta fase de sellado le seguirá una de asentamiento del terreno que se prolongará durante cinco años (2015-2019). Así, en 2020 se procederá al inicio del periodo postclausura con la tercera fase de impermeabilización. "Una vez concluido este largo proceso se requieren 30 años de vigilancia ambiental, periodo donde las actuaciones a realizar sobre el terreno estarán muy limitadas", recordaron ayer desde Ezker Anitza-IU, formación que en un comunicado describió el sellado del vertedero como "un paso conseguido por toda la ciudadanía de los municipios afectados" y que "debe ser completado con el traslado a otro lugar de la estación de transferencia" que existe en el lugar.
Aún con todo, desde la mancomunidad abogan por que el futuro se escriba "en verde, con la vinculación de San Marcos al corredor verde que representan los parques periurbanos de Ametzagaina, Lau Haizeta, Txoritokieta y Peñas de Aia".