Donostia. El buen tiempo generalizado del mes de julio y de las últimas semanas de junio ha propiciado que miles de personas se hayan acercado cada día a las playas guipuzcoanas en busca de sol y calor. Esta alta afluencia de personas ha provocado que los socorristas de los arenales hayan visto multiplicado su trabajo, y es que, en los dos primeros meses de verano, el número de asistencias prácticamente ha doblado las registradas en el mismo periodo del pasado año.
El personal de Cruz Roja que vigila las playas de Hondarribia, Donostia, Zarautz, Getaria, Orio, Zumaia y Mutriku, ha realizado un total de 6.765 asistencias sanitarias en los dos primeros meses de verano, frente a las 3.428 que se registraron en las mismas fechas en 2012, algo que la entidad achaca a la favorable climatología del último mes. "El buen tiempo ha invitado a numerosos bañistas a acercarse a las playas", explicaban ayer en una nota informativa.
Este hecho ha provocado que se hayan multiplicado las picaduras de medusa, que han sobrepasado las 3.000. Además, se han realizado un total de 84 rescates y 78 personas han tenido que ser evacuadas a distintos centros sanitarios.
Sin duda, han sido las temidas medusas las que más quebraderos de cabeza han causado tanto a bañistas como a socorristas. El personal de vigilancia ha atendido un total de 3.308 picaduras de anémona. Por suerte, la temida carabela portuguesa, cuya picadura es "extremadamente dolorosa" según los expertos, no ha hecho acto de presencia en la costa guipuzcoana. Las únicas anémonas que se ha dejado ver en la costa guipuzcoana han sido la común y la roja, y, aunque dolorosa, la picadura de ambas especies no reviste gravedad.
Además, según explicaron desde la Cruz Roja, todas las picaduras registradas se han producido en zonas "no comprometidas" del cuerpo, como brazos o piernas, y no en el rostro o el cuello, lugares donde causan mayores problemas.
Además de las medusas, 945 personas han tenido que ser atendidas por picaduras de sabirón -pez que habita en zonas arenosas, que tiene espinas venenosas y cuya picadura se produce, habitualmente, al ser pisado en la orilla- y otras 177 por mordeduras de insectos.
Las rocas, piedras y demás objetos cortantes que los bañistas se encuentran en las playas, han provocado 1.760 asistencias. La mayor parte de ellas, 1.405, se han debido a cortes y heridas, mientras que otras 355 personas han tenido que ser atendidas por traumatismos cerrados.
Destacan asimismo las asistencias relativas a la salud. Un total de 93 personas han sido atendidas con "cuerpos extraños", es decir, "personas que sienten un malestar, pero que cuyas causas están sin identificar", explican desde Cruz Roja. Otras 54 han sufrido lipotimias, causadas, en muchos casos, por la prolongada exposición al sol en días de calor extremo. Además, 37 bañistas se han sentido indispuestos "por enfermedad" mientras que 28 han tenido que ser atendidos por cansancio.
Las corrientes de agua han provocado que 43 personas hayan sido ser rescatadas del mar. También han precisado de la atención de los socorristas las lesiones solares, que suman un total de once.
la zurriola Un año más, han sido los socorristas de Donostia los que más trabajo han tenido, y es que son los arenales guipuzcoanos los que más gente congregan.
La playa de la Zurriola ha vuelto a ser la que más problemas ha presentado, siendo atendidas 1.125 personas. De cerca le sigue la playa de La Concha, con 956 asistencias. La playa de Zarautz, con 831 atendidos, Ondarreta, con 807, y Hondarribia, con 742, le siguen en el ranking.