75 ingenieros, en ciernes o ya titulados, acudieron a la jornada Living and working in Germany (vivir y trabajar en Alemania), organizada por EURES-Lanbide y la Agencia Federal de Empleo alemana, en colaboración con los Centros de Empleo de la UPV/EHU. La concurrencia superó "todas las previsiones", pese a que la mayoría de los asistentes conocieron antes de iniciarse las conferencias que no habían sido seleccionados para las únicamente catorce entrevistas personales que se llevaron a cabo, ya por la tarde.

El procedimiento seguido llevó a los participantes en el proceso a entregar sus currículos la semana pasada. La demanda atendía a ingenieros de las ramas industrial e informática, y buscaba perfiles concretos que orientaron el primer proceso de selección. Catorce fueron los elegidos, pero quienes no tuvieron suerte asistieron igualmente a las distintas charlas llevadas a cabo, simplemente a nivel informativo.

Y es que los participantes, al margen de información sobre su posible futuro empleo, también recibieron, por ejemplo, nociones útiles acerca de cómo elaborar un currículum o una carta de presentación dirigidos a empresas del sector en Alemania. Al margen de reclutar posibles empleados, se trataba también de captar la atención del mayor número de ingenieros, y de desarrollar en ellos un interés por el mercado laboral germano.

La jornada resultó maratoniana para todos los asistentes a las charlas, impartidas por distintas empresas teutonas, en idioma alemán y en inglés. Comenzaron a primera hora de la mañana y tuvieron continuidad por la tarde, dejando apenas una hora de intervalo para comer. A mediodía las caras ya denotaban cansancio tras más de cuatro horas escuchando a los emisarios alemanes, pero la valoración general resultaba positiva. "Interesante", era el calificativo más recurrido, aunque también había quien se quejaba del modo en que se llevó a cabo el proceso de selección.

"Nos dijeron que las entrevistas nos las iban a hacer a todos, pero parece que ya han hecho la criba", señalaba uno de las asistentes. Sin embargo, primaban en él las buenas sensaciones. "Ha estado bien. La cosa aquí está difícil para encontrar trabajo, y las opciones en países como Alemania se multiplican. Este año termino la carrera y tengo intención de buscar algo cerca de casa, pero si existe la posibilidad de participar en jornadas como estas, nunca está de más acudir", agregaba.

Tras un día entero en el aula 5.2 de la Escuela Universitaria Politécnica, los ingenieros abandonaron por la tarde el campus con un importante bagaje informativo a sus espaldas y, en el mejor de los casos, con la esperanza de ser elegidos en el proceso de selección. Alemania es para muchos de ellos el país de las oportunidades, así que hacer las maletas sería buena señal. Hoy la historia se repite en el campus de Bizkaia.