MOSCÚ. Más de un millar de heridos y numerosos daños materiales debido a la onda expansiva fueron las consecuencias de los fragmentos del meteorito más grande registrado en más de un siglo, según la Agencia Espacial Europea (ESA). El pasado viernes la zona de los Montes Urales en Rusia fue el escenario donde cayeron los fragmentos de dicho objeto.

Los datos recogidos, provenientes de un vídeo, indican una trayectoria noreste a suroeste con un ángulo pequeño de 30 grados sobre la horizontal. La velocidad de entrada se calcula en alrededor de 18 kilómetros por segundo, es decir, más de 64.000 kilómetros por hora.

Según los cálculos de Peter Brown de la Universidad de Western Ontario (Canadá), a partir de las ondas sonoras a extremadamente baja frecuencia detectadas por una red global, se estimó que el objeto medía unos 17 metros de ancho, con una masa de 7.000 a 10.000 toneladas cuando chocó con la atmósfera.

En ese momento, el meteorito se desintegró con una fuerza de cerca de 500 kilotones de TNT -unas 30 veces la energía liberada por la bomba atómica de Hiroshima- a alrededor de 15 o 20 kilómetros por encima del suelo.

Con el nivel actual de comprensión de los objetos cercanos a la Tierra, se espera que eventos de esta magnitud puedan producirse una vez en periodos que abarcan entre varias decenas de años a 100 años. La trayectoria, ubicación de la entrada en la atmósfera y el tiempo de separación entre el paso del asteroide 2012 DA14 señalan que ambos objetos no estaban relacionados.