Donostia. La venta de la píldora poscoital se ha disparado en Gipuzkoa en los últimos tres años. Desde septiembre de 2009 este anticonceptivo de urgencia sin receta puede adquirirse en las farmacias sin necesidad de acudir al médico, y esta mayor accesibilidad ha provocado que se llegue a quintuplicar su distribución, según datos facilitados a este periódico por el Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa.

Los pedidos de estos métodos anticonceptivos -Norlevo y Postinor- que realizan las farmacias del territorio a los almacenes de distribución ofrecen una "clarísima idea" del cambio operado en los últimos años. Así, desde que entró en vigor la orden ministerial del anterior gobierno socialista, dando luz verde a la venta libre en las farmacias, el número de tratamientos ha pasado de las 150 dispensaciones mensuales (octubre de 2009) a las 600 actuales. Es decir, la distribución de este sistema de anticoncepción de emergencia en las farmacias se ha multiplicado por cinco.

Los profesionales, a pesar de la contundencia de las cifras, advierten de que no puede deducirse por ello que se esté realizando un uso irresponsable de la píldora del día después. Así lo creen en el Colegio de Farmacéuticos del territorio que, en buena medida, atribuyen este incremento al trasvase de pedidos que ha podido producirse de los centros de salud a los propios establecimientos.

Un cambio que resulta, cuando menos, curioso teniendo en cuenta que la dispensación en los ambulatorios es gratuita (buena parte de las usuarias son adolescentes sin demasiados recursos), mientras que en las farmacias se comercializa por 19 euros. ¿Curioso, o no tanto? Para Carlos Benito, director del Cuarto de Socorro en Donostia, la explicación es bastante evidente. "Hay quien prefiere pagar el dinero por no aparecer en el historial médico. Lo que no saben muchas de ellas es que ese historial médico es confidencial, y los padres solo pueden acceder a esa información si la solicitante tiene menos de quince años", advierte el director.

Estibaliz Goyenechea, del Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa, asegura que, en buena medida, la responsabilidad de dispensar la píldora ha pasado a los profesionales a pie de botica. "Los farmacéuticos someten siempre a un cuestionario a las usuarias, con el objetivo de saber qué ha ocurrido, qué es lo que ha fallado, pero muchas veces es difícil establecer qué es un uso responsable, teniendo en cuenta que estamos hablando de un tema muy delicado", admite.

reducir los abortos Sanidad introdujo la dispensación libre en 2009 como parte de las medidas para reducir el número de abortos, dentro de la nueva Ley de Salud Sexual y Reproductiva. A partir de ese momento, en el Cuarto de Socorro de Donostia vieron descender la dispensación del fármaco en un 95%. "Si repartíamos 200 píldoras al mes por aquel entonces, se pasó de dispensar unas doce. Antes éramos prácticamente el único punto de reparto en Donostia mientras que ahora se puede adquirir la píldora en decenas de farmacias", detalla Benito.

Se trata de un nuevo modo de dispensación que ha vuelto a ser puesto en duda desde que el PP llegó al Gobierno. La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha solicitado tres informes sobre este fármaco, abriendo la posibilidad de que vuelva a dispensarse con receta, tal y como se distribuía cuando se aprobó su uso en 2001. Es la postura que ha defendido el PP en los últimos meses.

Una de las organizaciones a las que se encargó uno de los informes, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego), no ha reconocido ninguno de los peligros que ven desde las filas populares, más bien todo lo contrario. Falta por conocer el resultado de los otros dos estudios encargados a la Organización Médica Colegial y a la Agencia Española del Medicamento. "No parece que se esté utilizando como una píldora poscoital en sí, sino más bien como un anticonceptivo de emergencia. Al parecer, no se ha constatado un aumento de las conductas sexuales de riesgo ni de las enfermedades de transmisión sexual", recalcan desde el Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa, basando sus apreciaciones en los resultados de dichos informes.

A la espera de que se concreten nuevas medidas, lo cierto es que el campo sanitario parece sometidos a periodos cíclicos. De hecho, antes de que Osakidetza comenzara a suministrar la "píldora poscoital" gratuitamente, este sistema de anticoncepción ya se venía dispensando en la Comunidad Autónoma del País Vasco en las oficinas de farmacia, previa prescripción en receta médica y con cargo a la usuaria.

Fue en 2008 cuando, según informan desde Osakidetza, el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco decidió facilitar el acceso a la píldora poscoital de manera gratuita a todas las usuarias que lo demandaran, con la finalidad de efectuar un control más adecuado de la dispensación, de favorecer el contacto de las jóvenes con los profesionales de salud y de evitar desigualdades en el acceso a esta prestación en función del poder adquisitivo.

En este sentido, en junio de 2008 Osakidetza comenzó a suministrar la píldora poscoital en formato de kit gratuito en los centros de salud de atención primaria, puntos de atención continuada (PAC) y excepcionalmente en urgencias hospitalarias, indicada con el fin de prevenir un embarazo después de un coito no protegido o por fallo en el método anticonceptivo. Este kit incluye un folleto informativo, una píldora de "Norlevo®" (levonorgestrel) y un preservativo, todo ello envasado en una bolsa de plástico transparente.

La adquisición del kit fue declarada de carácter estratégico y de adquisición centralizada por Acuerdo del 17 de marzo de 2008, del Consejo de Administración de Osakidetza. En este sentido, desde junio de ese mismo año y hasta el día de hoy el suministro del kit ha estado contratado de forma centralizada. Si bien durante el primer año su consumo ascendió a 21.000 kit (a mayo de 2009), este ha descendido considerablemente estableciéndose desde septiembre de 2010 por debajo de los 6.000 kits al año. A noviembre de 2012 su consumo anual aproximado es de 4.000 kits.