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"La Universidad de Navarra quiere recuperar los estudios vascos extinguidos con Bolonia"

Mª Mar Larraza llega a la dirección de la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca de la Universidad de Navarra con el reto de relanzarla. Quiere recuperar parte de la oferta que existía antes de Bolonia y estudiar la posibilidad de ofertar materias en euskera en Periodismo o Magisterio

"La Universidad de Navarra quiere recuperar los estudios vascos extinguidos con Bolonia"Foto: unai beroiz

pamplona. ¿Cómo recibe este nuevo cargo al frente de la Cátedra?

Quiero trabajar con la idea de que este espacio nunca desaparezca. Es un reto porque nunca había dirigido nada. Me gustaría contactar con otras cátedras que están surgiendo en EEUU, donde no existe una Filología pero sí hay un espacio para estos estudios. Son ambiciones modestas pero reales. Tengo un horizonte claro: diseñar un paquete de estudios que cubra distintos ámbitos y ver que respuesta tenemos.

La Cátedra de Lengua y Cultura Vasca nació en 1963, ¿con qué objetivo?

La figura clave para echar a andar fue José Miguel de Barandiaran, que daba clases en euskera cuando nadie lo hacía e inició un curso de formación en etnología. Durante muchos años fue una novedad y respondía a una necesidad pero llegó la Transición y se dio un impulso al euskera, surgieron las ikastolas, luego el modelo D y quizá se quedó como algo que no era necesario. Entonces, la Cátedra siguió por el tema de etnología.

¿Cuándo se creó el Diploma de Estudios Vascos?

En los años 90 hubo un cambio en el plan de estudios en la universidad española que apostó por que los alumnos tuvieran una importante carga de optatividad. Había asignaturas optativas (de la propia facultad) y de libre configuración (de otras facultades). También se dio la posibilidad de crear títulos propios y así surgieron los estudios filosóficos, artísticos y vascos.

¿Tuvo éxito entre los universitarios?

Muchísimo. Venía gente de nuestra Facultad de Filosofía y Letras pero también médicos, arquitectos, dietistas, periodistas... Había mucha gente interesada y las cogían como asignaturas de libre configuración. También hacíamos seminarios de Estudios Vascos, sobre literatura vasca, capitales vascas, los fueros...

¿Cuándo y por qué desapareció?

Con Bolonia. Las carreras pasan a tener cuatro años. En el primero, al menos en Filosofía y Letras, donde se impartía el Diploma, son comunes por lo que solo quedan tres para la especialidad. Tenemos menos tiempo, perdemos un año en comunes y la optatividad se reduce a la tercera parte. Y, por encima de todo, se ha primado el inglés. En ese proceso algunas áreas han sufrido mucho: los estudios vascos, los estudios franceses, la arqueología, la prehistoria... Lo vasco ha quedado muy reducido.

Y usted ha decidido relanzarlo.

Creo que la Universidad ha recapacitado y ve necesario recuperar esos estudios más allá de las modas. Estamos aquí y nos debemos a gente de aquí. La Cátedra ha pasado momentos de alza y de silencio. Y tras el silencio que ha supuesto la desaparición del Diploma de Estudios Vascos pensamos que hay que relanzar y recuperar lo bueno que teníamos. No tenemos Filología Vasca, pero siempre hay que dejar un txoko para estos estudios. Queremos tener un espacio para que nunca se nos olvide que estamos en tierras vascas

¿Cuáles son sus objetivos?

El próximo curso se ofertará en 4º de Filología Hispánica la asignatura Lengua y Cultura Vasca en euskera. Esta materia es el único testimonio que queda, pero vamos a estudiar la posibilidad de ampliar las optativas. Queremos recoger la Etnografía, la Historia Vasca...

¿Se plantea impartir alguna asignatura de otros grados en euskera?

Está claro que Magisterio y Periodismo, junto con nosotros, Filosofía y Letras, son los ámbitos donde puede haber más interés por cuestiones laborales. Cada vez tenemos más alumnos que proceden del modelo D e ikastolas y varios doctores que saben euskera y podemos traer como profesores asociados.