Sanidad mide la radiación acumulada de los pacientes
quiere evitar las exposiciones innecesarias, cuya acumulación podría provocar cáncerOsakidetza recoge estos datos desde enero con los niños y prevé su aplicación en los adultos en una fase posterior
Donostia. El Sistema Vasco de Salud ha puesto en marcha un sistema pionero que consiste en registrar las radiaciones ionizantes que acumulan los pacientes para que consten en su historial clínico y se eviten así las exposiciones innecesarias que podrían acarrear efectos secundarios como el cáncer.
El objetivo de Osakidetza es tener constancia sobre todo de las pruebas con mayor grado de radiación, como la Tomografía Axial Computerizada (TAC), ya que las radiografías convencionales no suponen un riesgo importante para la salud.
El "historial dosimétrico", que recoge la cantidad de radiaciones de los pacientes, se lleva a cabo en Osakidetza desde el pasado 1 de enero con los niños, por ser el grupo más sensible, aunque está prevista su aplicación a los adultos en una fase posterior.
Con esta iniciativa, el País Vasco es la primera comunidad autónoma del Estado en implantar un sistema que recoge las dosis exactas de radiación. Además, se adelanta a la directiva que la UE pondrá en marcha próximamente por la que se obligará a todos los Estados de la Unión a llevar a cabo iniciativas similares, según explicó ayer el director general de Osakidetza, Julián Pérez, en la presentación de la iniciativa.
En ese acto, el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, instó a la sanidad privada a llevar a cabo un sistema similar, a fin de que los profesionales tengan una información completa sobre las exposiciones a las que se ha sometido un paciente.
Bengoa insistió en que en la mayoría de los países se abusa de las pruebas diagnósticas con radiación y reiteró que la existencia de una tecnología no hace que sea necesario implantarla siempre, porque puede conllevar diagnósticos excesivos o erróneos.
impacto Un TAC, que se utiliza para obtener imágenes de cortes anatómicos con fines diagnósticos, tiene más radiaciones que 400 radiografías convencionales y es equivalente a 4,5 años de exposición a la radiación natural.
De hecho, aunque son el 5% de las exploraciones con radiaciones ionizantes, los TAC producen entre el 40% y el 70% de toda la radiación empleada con fines diagnósticos.
Es precisamente el impacto de estas pruebas en los niños el eje sobre el que los profesionales centrarán los esfuerzos, señaló la jefa de Física Médica de Osakidetza, Marian García, quien puntualizó que en Euskadi se hacen menos de 2.000 TAC a niños al año.
García, que participó en la puesta en marcha del nuevo sistema de medición, alertó de que la "sobreexposición" puede provocar cáncer si se lleva a cabo de forma repetida en patologías crónicas.
Señaló que "no están fijados límites de dosis" sobre las radiaciones, sino que se trabaja sobre niveles de referencia internacionalmente controlados que se publican y revisan anualmente.
Para la puesta en marcha del sistema, que se enmarca en el Programa Corporativo Seguridad el Paciente, Osakidetza constituyó varios grupos de trabajo hace año y medio a fin de analizar la situación.
Con este sistema, las autoridades sanitarias vascas tratan de optimizar recursos, racionalizar el uso de la radiación, prescribir las pruebas "únicamente necesarias" y reforzar la sensibilidad de los médicos prescriptores y radiólogos.
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