La crisis adelgaza el cepillo de la Iglesia
Los obispos llaman a una economía ética y a la solidaridadLas colectas han bajado un 10% y las parroquias deficitarias se ven obligadas a recurrir a un fondo
Bilbao. Sumidos en tiempos de crisis, la Iglesia vasca ha querido reflexionar sobre este fenómeno y ha elaborado una carta pastoral con motivo de la Cuaresma y la Pascua, en la que los obispos de las cuatro diócesis de Euskadi hacen un llamamiento a la solidaridad y a una economía más ética.
Presentada ayer en sociedad por el prelado de Bilbao, Mario Iceta, este no obvió el estado de las finanzas y recordó que las aportaciones de los fieles vía IRPF han subido. "Ha habido 1.500 declarantes más que han marcado la x en la casilla para destinar el 0,7% de su Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)".
Sin embargo, la pésima coyuntura económica ha provocado que haya descendido la recaudación. También han bajado un 10% las aportaciones de los feligreses para sostenimiento de los gastos de la Iglesia y del clero a través de las colectas ya que cada vez son menos los euros que los fieles depositan en el cepillo.
El obispo no ocultó que hay parroquias muy pequeñas que sí son deficitarias. Pero aclaró que para aquellas comunidades que afrontan más problemas económicos existe una caja de compensación o caja común. "Aquellas parroquias que están en zonas más populosas y disponen de más medios económicos hacen su aportación a la caja común y de ahí se reparte entre las comunidades que no pueden subsistir". Porque la vía ordinaria de sostener gastos corrientes va por la vía de la caja de compensación, una especie de Seguridad Social a nivel diocesano.
Otra cuestión es el mantenimiento del patrimonio monumental y acometer reparaciones importantes en los templos. Existe una comisión de obras en el Obispado y cada año se hace una revisión de las obras más urgentes que hay que acometer. Se revista el tema patrimonial y se decide qué arreglar.
Sin embargo, la ayuda para caridad no deja de crecer. Las aportaciones de los fieles para temas de caridad han aumentado un 60% y hay 300 voluntarios más ayudando en estas tareas solidaridas. "Las personas se vuelcan en los más desfavorecidos", afirmó Iceta. En este sentido, destacó la gran labor asistencial de Cáritas, "que no es un ONG pero tiene la obligación de dar la murga a los cristianos para recordarnos que hay que compartir".
Iceta afirmó que Cáritas está desbordada. "Habíamos detectado que algunos niños se llevaban comida del colegio para poder cenar o para el fin de semana", apuntó.
Con el diagnóstico bien trazado y perfectamente dibujado, los obispos vascos han publicado una carta pastoral titulada Una economía al servicio de las personas . Ante la crisis, conversión y solidaridad. En la carta se indica que "más que una crisis económico-financiera, se trata de una crisis más profunda también de tipo cultural, antropológico y ético, aunque hemos olvidado esa dimensión". De hecho, manifestó que no "hay que ver el mercado como un fin en sí mismo, sino al servicio del bien común y de las personas".