Elgoibar. Cansado de sufrirlos durante décadas, el Ayuntamiento de Elgoibar se ha propuesto terminar con los desmanes que se suceden (principalmente en la calle San Frantzisko) las tardes de los sábados, cuando cientos de jóvenes y adolescentes de diferentes puntos de la geografía vasca se acercan hasta la localidad con el objetivo de disfrutar de su tiempo libre.

Para ello, la entidad local ha puesto en marcha una campaña encaminada a "identificar a los establecimientos hosteleros que incumplen la normativa municipal que prohíbe la entrada y permanencia de menores de 16 años en aquellos lugares en los que se vende o consume alcohol, salvo que acudan acompañados por sus padres o algún responsable del menor", explica el alcalde de la localidad, Alfredo Etxeberria.

Ese control obedece a la necesidad de frenar las peleas y las broncas que se suceden, prácticamente cada sábado (sobre todo entre las 19.00 y las 22.00 horas), en la zona de encuentro de los jóvenes; toda vez que muchas de esas situaciones están protagonizadas por menores de 16 años que previamente han ingerido bedidas alcohólicas o cualquier otro tipo de drogas.

Así, los días 15 y 29 de enero, efectivos de la Policía Municipal de Elgoibar y de la Ertzaintza realizaron redadas en cuatro bares de la calle San Frantzisko (Landa, Illunpe, Truk y Kartutxo); donde identificaron a un total de 51 menores de 16 años.

De todos ellos, sólo cuatro estaban empadronados en Elgoibar; mientras que los 47 restantes eran vecinos de otros pueblos como Eibar (28), Mutriku (6), Mendaro (5), Deba (3), Azpeitia (2) o Zaldibar (2). Entre los menores también se constató la presencia de alguno que se encuentra bajo tutela de la Diputación.

Una vez indentificados los menores en el interior de los bares, el protocolo de actuación que sigue el Ayuntamiento continúa "con una llamada a los padres y con el envío de una carta informativa al domicilio familiar", explica el primer edil, quien insiste en que el de los sábados por la tarde "no es un problema que sucede con los jóvenes de Elgoibar".

Según sus palabras, "el Ayuntamiento considera que la responsabilidad en relación con los menores que vienen de fuera no es suya". Por ello, Etxeberria pide a los padres de los mismos "una mayor implicación" porque, asegura, "basta con ver la llegada de los trenes para comprobar que algunos menores ya vienen de sus pueblos después de haber consumido alcohol y que son muchos los que llegan con bolsas llenas de botellas con bebidas alcohólicas".

En el caso de los establecimientos hosteleros que permiten el acceso a menores no acompañados, su actitud se salda con un expediente sancionador y una multa que puede oscilar "entre los 500 y los 1.500 euros, aproximadamente".

Eso sí, el alcalde quiere dejar bien claro que no todos los bares de la calle San Frantzisko incumplen la normativa que impide el acceso de menores, "porque aunque algunos no hacen ni caso otros gestionan muy bien este tema".

Las redadas Ainara es una joven elgoibartarra que pronto cumplirá 21 años y que el pasado sábado vivió de cerca una de las redadas llevadas a cabo en los bares de su localidad.

Prácticamente como cada sábado, Ainara bajó de su casa "a eso de las seis y media de la tarde" y se reunió con su cuadrilla en el Malape, un bar situado junto al Illunpe, escenario de una de las redadas.

Según cuenta, "los policías hicieron salir del bar a los adultos que había dentro y se quedaron allí con los menores, a los que fueron identificando".

Además, esta joven asegura que los agentes "también estuvieron mirando debajo de los bancos que hay en el exterior de ese bar; al parecer buscando una navaja o algo así porque poco antes había habido un navajazo en la zona".

Ainara reconoce con tristeza que lo de las peleas "es algo habitual las tardes de los sábados" y no se muerde la lengua al decir que "esto antes no pasaba pero en los últimos meses pasa cada vez más, sobre todo desde que vienen al pueblo un montón de sudamericanos y magrebíes".

Los propietarios de los establecimientos comerciales y los ciudadanos residentes en la calle San Frantzisko también constatan un aumento de las trifulcas entre adolescentes y jóvenes las tardes de los sábados.

"Siempre ha habido mucha juventud por aquí, pero los desmanes que hay ahora antes no se veían", lamenta un vecino octogenario.