Donostia. La enorme pieza que llegó el día 3 al puerto de Pasaia con destino a la papelera de Aralar de Amezketa reanudó esta pasada madrugada el trayecto para llegar a su destino. Y lo hizo siguiendo el plan especial que se trazó debido a las enormes dimensiones de siete metros de altura, seis de anchura y 100 toneladas de peso de este rodillo satinador.
Así, las ocho grúas y los ocho equipos que forman el convoy especial de esta valiosa pieza pudieron llegar hasta Andoain, la segunda de las cuatro etapas que tendrá que superar el rodillo antes de llegar a su destino. Al igual que en el primer trayecto, varios operarios de Grúas Usabiaga y efectivos de Ertzaintza participaron en el dispositivo, que partió de Galarreta (Hernani) y atravesando Urnieta, finalizó en la zona industrial de Andoain.
Esta fase fue menos compleja que la primera, ya que como se recordará, la llegada de la pieza al puerto de Pasaia obligó a retirar y volver a colocar señales de tráfico, semáforos, plantas, biondas, pórticos, basureros y otros elementos que pudieran dificultar el traslado del colosal rodillo. También tuvo que realizarse alguna operación en este sentido, pero menos que las llevadas a cabo entonces. En total, se movilizaron más de 50 personas.
Peligro con los Puentes Según anunciaron desde Grúas Usabiaga, los próximos dos trayectos serán más complicadas debido a los pasos elevados de peatones de la N-I. No en vano, la altura del enorme rodillo obligará a tomar medidas excepcionales como la de izar la pieza con una grúa sobre los puentes para volver a depositarla en el remolque o hasta levantar provisionalmente un puente para volver a colocarlo una vez pase el camión.
Para empezar, esta noche recurrirán a la primera opción para que el vehículo pueda cruzar el paso elevado peatonal de Andoain y dirigirse a Irura. Ahí pasará la noche y en la madrugada de mañana partirá a Villabona, donde después de estudiar varias posibilidades, se ha decidido retirar uno de los puentes. Los operarios intentarán volver a colocarlo en un tiempo récord de dos horas, de manera que la zona pueda volver a la normalidad para el amanecer.
El último y cuarto trayecto será en la madrugada del jueves, cuando el convoy llegará a la papelera de Amezketa, siempre y cuando todo transcurra según lo previsto. De ser así, 30 días o, lo que es lo mismo, todo un mes separarán el día en el que la pieza partió desde el puerto de Goteberg, Suecia, hasta la llegada a su destino: la papelera Aralar.