ecologistas en Acción ha denunciado esta semana la desaparición de Camille, el último ejemplar de oso pardo pirenaico que vivía de forma permanente en el Pirineo aragonés y navarro, del que se tomó una última foto con las cámaras de seguimiento el pasado 5 de febrero. Desde entonces no se ha tenido ningún indicio de este animal y tampoco consta ningún ataque, lo que "casi certifica la muerte", apunta el colectivo conservacionista. Esta situación confirmaría "el más negro de los presagios", largamente anunciado por las diferentes asociaciones ecologistas de ambos lados de los Pirineos, apunta el colectivo, que agrega que a ella se ha llegado por la "contumaz negligencia de las administraciones navarra y aragonesa".

Desde el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra piden prudencia y afirman que los últimos ataques se produjeron en mayo y ahí se perdió su rastro. "No tenemos constancia de que Camille haya muerto. No hay ninguna evidencia. Sabemos que el invierno, el periodo de hibernación que es el más complicado para un oso enfermo como Camille (padece sarna), lo pasó y sobrevivió", aseguran. Además, informaron de que este verano se han producido "diez ataques de oso en la zona entre Garde e Isaba, con unos rastros más reducidos que otros años, y los técnicos sólo han podido identificar el último de ellos, que se produjo el pasado fin de semana y correspondió a Neré. En los nueve restantes no se ha identificado al oso que provocó el ataque, puesto que se produjeron la mayoría en verano y con terreno seco, por lo que no dejaron huellas". En Medio Ambiente opinan que "la falta de certeza unida a la edad y al estado enfermo del oso hace especular" sobre Camille.

Sin embargo, Ecologistas en Acción acusó a la administración navarra de llevar a cabo un "obsoleto" Plan de Recuperación de la Especie en el que se contemplan "medidas inadecuadas para su conservación", y a la aragonesa de "inexplicable desidia e incumplimiento" en la elaboración de un Plan de Recuperación de la Especie al que está obligada desde hace 19 años por el reglamento de 1991. En la zona hay un equipo de vigilancia constante, con cámaras y otros elementos para seguir la actividad osera.

Ecologistas en Acción afirma que de los dos osos machos de la zona francesa se sabe que Neré vive en el valle de Aspe, con alguna incursión esporádica en la vertiente española, y Canelito, hijo de Canelle, la última osa autóctona abatida por un cazador, vive entre los valles de Aspe, Ossau y Cauterets. Considera que la única forma de revertir la situación actual y recuperar el territorio para que siga siendo zona osera es "el reforzamiento de la especie por medio de dos hembras".