Fuera de peligro los tres montañeros heridos en Huesca al caerles varios bloques de hielo
la acumulación de nieve y el calor causaron el accidente en el pico balaitousLos jóvenes, de Donostia, Hernani y Urnieta, iban bien equipados cuando ocurrió el suceso, a más de 2.700 metros
donostia. La mala y la buena suerte se aliaron el sábado con los tres montañeros guipuzcoanos, I.V.G de 37 años y vecino del barrio de El Antiguo en Donostia, J.S.A. de 31 y residente en Urnieta y E.S.M de 33 y vecino de Hernani, que resultaron heridos en el pico Balaitous, en el municipio oscense de Sallent de Gállego. Mala suerte porque los tres jóvenes iban "totalmente" preparados cuando ocurrió el accidente y fue tras hacer un alto en la travesía cuando una placa de hielo se les vino encima. Pero también buena suerte porque los tres están vivos y pueden contarlo.
El accidente tuvo distintas consecuencias para cada uno de ellos, aunque según confirmaron fuentes sanitarias los tres están estables. El herido menos grave fue el hernaniarra E.S.M., que sufrió un corte en la pierna izquierda y la rotura de cinco costillas, por lo que fue trasladado al Hospital Comarcal de Jaca, donde aún continúa.
Sin embargo, sus otros dos compañeros corrieron peor suerte. El donostiarra I.V.G. se encuentra con la mano izquierda "totalmente destrozada", por lo que fue evacuado al Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Finalmente, el urnietarra JL.S.A. sufrió un traumatismo craneoencefálico moderado y fisura de tibia y peroné de la pierna izquierda, por lo que fue atendido en el Hospital San Jorge de Huesca.
Estos dos últimos heridos fueron trasladados ayer a un hospital donostiarra, mientras que el tercero permanece ingresado todavía en el centro hospitalario de Jaca.
en el momento del descanso Todo ocurrió el pasado sábado sobre las 12.00 horas, cuando dos montañeros de grupos distintos alertaron de que algo había ocurrido en los aledaños de la brecha de Latour, en el ascenso al pico Balaitus de 3.144 metros, lugar en el que se encontraban los guipuzcoanos. Uno había visto el accidente y el otro había oído el estruendo que provocó la caída de bloques de hielo y se temía lo peor, ya que escuchó a varias personas pidiendo auxilio.
"Fue cuestión de mala suerte", señalaron ayer fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca. "La temperatura ha subido estos días y hay mucha acumulación de nieve. Es una zona de alta montaña, que entraña dificultad, pero normal. Hay glaciares, lo habitual en esa zona, y ellos iban muy bien equipados, con cuerdas, crampones y piolets", añadieron.
La casualidad hizo que justo en el momento en que estos tres montañeros hicieron un alto para descansar, apartándose hacia unas rocas, cayera un "bloque de nieve casi congelada" sobre ese mismo punto.
La consecuencia podría haber sido mortal, según explicó ayer a este periódico el guarda del refugio de Respumoso, ubicado en el circo de Piedrafita, cerca de donde ocurrieron los hechos. "Lo que les ocurrió a los montañeros guipuzcoanos el pasado sábado no es algo habitual en estas fechas", dijo. "Puede pasar porque la temporada de invierno este año ha dejado mucha cantidad de nieve y, aunque suele ser más frecuente que estas cosas ocurran en primavera, todavía quedan restos en las zonas más sombrías", comentó el experto.
Los tres fueron rescatados por un helicóptero, ya que se encontraban en una zona muy alta, a unos 2.700 metros cuando ocurrió el accidente. Según detallaron fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil oscense, en el rescate participaron dos helicópteros de Benasque y Huesca, el Equipo de Montaña de Panticosa y un médico y enfermera de Sabiñánigo.
La operación, que tal y como explicaron sus protagonistas, "no fue muy complicada", tuvo una duración de cinco horas. Asimismo, según fuentes sanitarias del Gobierno aragonés, los heridos superaron las primeras horas de hospitalización con éxito y no se teme por su vida.
el emblema de Balaitous El Balaitous, de 3.144 metros, es un macizo granítico de los Pirineos, situado en la frontera franco-española, que marca el comienzo por el Oeste de los Altos Pirineos y el primero de la cordillera que sobrepasa los tresmil desde el Atlántico.
Para los amantes de la alta montaña, este pico que corona el valle de Tena es uno de los emblemas del Pirineo. Su ascenso es considerado difícil sea cual sea el camino escogido, aunque los montañeros habitualmente suelen optar por la brecha de Latour, tal y como hicieron los tres guipuzcoanos rescatados el sábado.
Ésta se trata de una elección que, según los expertos, es la más directa y también la que más técnica y más conocimientos de escalada exige.
Así, los más experimentados recomiendan a los montañeros con menos hábito que realicen la ascensión de este pico en los meses de verano.