Un fallo de las mediciones que se efectuaron podría ser la causa del accidente de 'El péndulo'
La atracción fue revisada cuatro horas antes del siniestro CiU no entiende por qué se dio el visto bueno si "se oían ruidos extraños" y pide explicaciones
Barcelona. Un fallo en el cálculo del peso que podían soportar los anclajes de El péndulo se perfila como una de las principales hipótesis de la caída de la atracción del parque del Tibidabo de Barcelona, en la que el sábado murió una niña de quince años.
A pesar de que los trabajadores dieron la alerta de que la atracción hacía ruidos extraños, y se realizase una inspección de diez minutos que dio el visto bueno a El péndulo, casi cuatro horas más tarde uno de los brazos articulados de la atracción se rompió y se cayó al suelo, provocando la muerte a una joven de 15 años y tres heridos de la misma edad, que evolucionan favorablemente-al chico de 14 años le dieron ayer el alta-. Se cree que la posible causa haya sido que sus anclajes eran insuficientes para soportar el peso del brazo -del que cuelga la cabina con sus cuatro ocupantes-, lo que acabó con el tiempo por arrancar de cuajo la base de El péndulo.
Ante este incidente, el portavoz del grupo municipal de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, anunció ayer que exigirá explicaciones sobre las causas del accidente y el motivo por el que se permitió que la atracción siguiera funcionando pese a que se oían ruidos extraños, y además, el presidente del grupo municipal del PPC, Alberto Fernández Díaz, pidió ayer una auditoría técnica sobre la seguridad y el mantenimiento del parque de atracciones del Tibidabo y que, una vez se esclarezcan los hechos, se asuman "responsabilidades".
No obstante, la presidenta del Tibidabo, Sara Jaurrieta, afirmó que los técnicos no detectaron ningún problema por eso se volvió a poner en marcha.
Según dos niños amigos de uno de los heridos, que estaban en la cola mientras el incidente, relataron que "se salieron los tornillos de la base de la atracción y se empezó a mover más de lo normal", hasta que la parte donde iban los cuatro chicos "rascó todo el suelo".
Además, algunos jóvenes explicaron que "oyeron ruidos rítmicos de tornillos que chirriaban", cuestión que comentaron a una trabajadora del parque, "pero no le dio más importancia".
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