"No conozco bien el conjunto de las medidas que se van aplicar pero cuanto más completo sea el servicio que se ofrezca, mejor", comentaba ayer un vecino de Donostia a las puertas del centro de salud del barrio de Amara Berri.

Como él, los pocos usuarios que se acercaron a este ambulatorio de la capital guipuzcoana desconocían en qué consiste la reorganización de la Atención Primaria durante los fines de semana que, desde ayer, puso en marcha Osakidetza.

Con el objetivo de "gastar mejor", los centros de salud abiertos en Euskadi pasan de 103 a 55, mientras que los Puntos de Atención Continuada (PAC) se incrementan en nueve (pasan de 35 a 44). En Gipuzkoa, se cierran los de Dunboa en Irun, la Parte Vieja y Loiola en Donostia, Pasai San Pedro, Villabona, Ordizia, Lazkao, Azkoitia, Leintz-Gatzaga y Deba-Mutriku. Por otro lado, a los PAC existentes se añaden el del centro de Irun, los de Amara Berri y Gros en Donostia y el de Lasarte-Oria. El de Legazpi es el único que dejará de funcionar en el territorio.

En palabras de Javier Herranz, director médico de la comarca de Ekialde (Donostia, Irun, Errenteria, Zarautz, Hernani, Lasarte-Oria, Zumaia, Hondarribia y Pasaia), la jornada de ayer transcurrió con "normalidad y tranquilidad". "No ha habido incidencias relevantes y tampoco demasiada actividad", añadió.

Una de las pocas personas que necesitó ayer atención médica en Amara fue Amaya García que por un molesto catarro se acercó al centro de salud del barrio. "Este es el lugar al que me corresponde venir pero no me importaría ir a otro", comentó.

Mila, otra vecina del barrio, acudió al ambulatorio para tratar de curar una infección en la encía. "Claro que iría a otro centro si este no estuviera en funcionamiento. Es importante que haya alguno abierto los sábados porque por esto me parece demasiado ir a la residencia. Creo que vengo porque lo necesito", agregó.

En este sentido, el responsable médico de la zona aseguró que "a nivel de usuario hay pocos cambios y los que hay son racionales. Osakidetza siempre mira al ciudadano, nada se plantea en su perjuicio. Los centros que se han cerrado están a muy poca distancia de otros por lo que no son modificaciones drásticas. Se sigue manteniendo la atención integral todo el fin de semana".

Asimismo, Herranz comentó que "tal vez" los pacientes estén "un poco confusos". "Se ha creado cierta polémica hablando de cierres cuando no es así. Creo que las cosas han sido muy pensadas y puede que haya quien esté alarmando de forma innecesaria", concluyó.

el personal

Las quejas

El director médico de la comarca de Ekialde subrayó que el nuevo sistema "en general, es bueno" para el personal sanitario. "Tiene partes buenas y malas. La plantilla de los PAC no está contenta pero creo que se refuerza el personal, que se crean más puestos de trabajo y que ganan respecto a las condiciones laborales, por ejemplo, en estabilidad, aunque, quizá, ellos consideren que haya algún aspecto en el que pierden, como hacer algún fin de semana más", dijo.

Por su parte, el director general de Osakidetza, Julián Pérez Gil, aseveró ayer que el Servicio Vasco de Salud "está a la espera" de que los sindicatos contesten a la oferta de "mejoras en las condiciones laborales" que les ha hecho con motivo del cierre de algunos ambulatorios los sábados.

Pérez Gil respondido así a las críticas de las centrales sindicales respecto al cierre los sábados del 40% de los centros de salud del País Vasco y rechazó que el cierre de centros provoque un incremento de la asistencia a los servicios de Urgencias de los hospitales.