lekunberri. La triste noticia de la muerte del joven Asier Lavandera no tardó en extenderse por la localidad navarra de Lekunberri, a donde comenzaron a acercarse periodistas, cámaras, fotógrafos y curiosos. Todos intentaban recabar información, pero el silencio era absoluto alrededor de la sala Mao Mao que dirige el vizcaino David Gallardo, conocido por su paso por la quinta edición del programa Gran Hermano.

Los reporteros gráficos se afanaban en captar los pequeños indicios y señales que sirvieran para ilustrar lo sucedido, pero no lo tuvieron fácil, ya que los encargados del mantenimiento de la sala de fiestas ya habían limpiado la zona. En cualquier caso, no costaba percibir que algo había sucedido. Y es que los pocos que pasaban por el lugar no paraban de comentar y preguntar por lo ocurrido horas antes. "Hacia las 8.00 horas hemos venido al taller mecánico que está frente a la discoteca y hemos visto que había bastante revuelo de guardias civiles y ambulancias", explicaba un vecino de Lekunberri que lamentaba así lo ocurrido: "Lo de la muerte del chico es una pena, y además ahora Mao Mao cogerá una fama muy mala".

Al igual que este joven, que se confiesa asiduo de la sala de fiestas, muchos otros de la zona frecuentan el local. Aparte del servicio de autobuses que se presta a los clientes de Pamplona, Leitza, Donostia y otras localidades guipuzcoanas como Hernani, Andoain y Tolosa, uno de los mayores atractivos de la sala es que atrae a muchas caras conocidas del actual panorama televisivo. Varios concursantes de Gran Hermano, Supervivientes, Fama y Operación Triunfo se han dejado ver en estos últimos meses por esta discoteca de Lekunberri, que ha logrado un éxito mayor que las salas 31 y Muxu que la precedieron.

Con 2.000 metros cuadrados de local y un aforo de 2.200 personas, Mao Mao destaca, tal y como su-braya uno de los empleados, "por tener mucha seguridad". Según informaciones aportadas por este trabajador, la plantilla del personal de seguridad se completa cada noche con una docena de hombres "que intervienen cada vez que hay alboroto". "Si ven que un joven se pone tonto, intentan calmarlo y, si no es posible, lo echan inmediatamente a la calle", explica este hombre, que prefiere mantenerse en el anonimato.

En nombre del Ayuntamiento de Lekunberri, el alcalde del municipio, José Mari Aierdi, lamentó profundamente la muerte del joven donostiarra y trasladó sus condolencias a la familia. El primer edil anunció que la semana que viene se reunirá con los responsables de la discoteca para conocer de primera mano lo sucedido en la mañana de ayer y preguntar sobre las medidas de seguridad que se adoptarán en el futuro "para que hechos como los de ayer no se vuelvan a repetir".