Cuando se desató la pandemia, vimos cómo grandes marcas como Nivea o el grupo L’Oréal ofrecieron su capacidad técnica y productiva para la fabricación de soluciones hidroalcohólicas. Más cerca, centros de formación profesional como el de Hernani también pusieron sus recursos a disposición de la sociedad para la fabricación de biseras o mascarillas.

El tejido empresarial guipuzcoano también ha sido todo un ejemplo de solidaridad, como el caso de la empresa TAG Troqueles de Villabona, que ha utilizado sus plotter de diseño, así como el poliester del que disponen para fabricar mascarillas para Osakidetza. Y es que la escasez de material de protección ha sido uno de los escollos principales en esta crisis sin precedentes.

Una vez pasado lo peor, surgen ideas e iniciativas para hacer frente a esta nueva normalidad que nos ha dejado el coronavirus.

Objetivo: producir mascarillas

Así las cosas, las empresas guipuzcoanas Lazpiur, Grupo Egile, Embalan3 y Servimasa se han unido bajo el nombre Wolfratex con el objetivo de producir hasta siete millones de mascarillas al mes. La nueva compañía guipuzcoana, ubicada en Bergara, comenzará su actividad el 5 de junio.

Por otra parte, la cooperativa guipuzcoana Bexen Medical, perteneciente a la Corporación Mondragón, prevé producir 10 millones de mascarillas quirúrgicas al mes para el Gobierno central.