Si duermes sin calcetines, esto te interesa: un anestesista explica por qué deberías ponértelos
David Callejo subraya que este hábito mejora el descanso nocturno
Dormir con calcetines es una costumbre que genera un gran debate en la sociedad, pero la ciencia empieza a posicionarse con claridad.
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Según el anestesista y divulgador científico David Callejo, que acumula más de medio millón de seguidores en Instagram, dormir con calcetines puede ser beneficioso porque ayuda a reducir la temperatura corporal, un proceso clave para poder conciliar el sueño y mantener un descanso de calidad.
Lejos de ser una simple cuestión de comodidad, este hábito tiene una base fisiológica. Para dormirnos, nuestro cuerpo necesita bajar ligeramente su temperatura interna.
Ese descenso actúa como una señal para el cerebro de que es momento de descansar. En este contexto, cubrir los pies con calcetines juega un papel muy importante.
Vasodilatación y pérdida de calor
Tal y como explica Callejo, cubrir los pies con calcetines provoca una vasodilatación, es decir, la dilatación de los vasos sanguíneos de la zona.
Este fenómeno facilita que el calor interno del cuerpo se libere a través de los pies, ayudando así a reducir la temperatura corporal general.
Aunque pueda resultar contraintuitivo —ya que asociamos los calcetines con calor—, el efecto real es el contrario: el cuerpo pierde calor de forma más eficiente, creando las condiciones óptimas para iniciar el sueño.
Dormirse antes y mejor
Según señala el especialista, varios estudios han concluido que las personas que duermen con calcetines se duermen más rápido y disfrutan de un sueño más profundo. La explicación está en que el cuerpo entra antes en la fase de descanso y logra mantenerla de forma más estable durante la noche.
Un inicio más rápido del sueño reduce los despertares nocturnos y mejora la calidad del descanso, algo especialmente relevante para personas con dificultades para dormir o con despertares frecuentes.
No vale cualquier calcetín
La clave para que este hábito funcione está en elegir bien el tipo de calcetines. el doctor Callejo subraya dos aspectos fundamentales:
- Evitar telas sintéticas, que no transpiran bien y pueden provocar acumulación de calor y sudor.
- No usar calcetines que aprieten, ya que una presión excesiva dificulta la circulación sanguínea y anula el efecto buscado.
Los materiales naturales, como el algodón o la lana fina, permiten una mejor regulación térmica y resultan más cómodos durante toda la noche.
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Un gesto simple con impacto real
Dormir con calcetines no es una solución milagrosa, pero sí un recurso sencillo, barato y respaldado por la fisiología del sueño.
En combinación con otros hábitos saludables —como mantener una temperatura adecuada en el dormitorio o evitar pantallas antes de acostarse— puede marcar la diferencia en la calidad del descanso.
En definitiva, aunque siempre haya estado demonizado, ponerse calcetines para dormir puede ayudar al cuerpo a hacer justo lo que necesita: bajar su temperatura y descansar mejor. Un pequeño gesto que, bien aplicado, puede tener un impacto real en el sueño diario.
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