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¿Cada cuánto hay que hacerse una analítica de sangre? Los síntomas que deberían preocuparte

Realizarse un análisis con la frecuencia adecuada ayuda a preservar la salud y a detectar con tiempo cualquier alteración

¿Cada cuánto hay que hacerse una analítica de sangre? Los síntomas que deberían preocuparteFreepik

Las analíticas de sangreson una de las pruebas médicas más habituales para controlar el estado de salud.

A través de ellas, los médicos pueden obtener una visión global del estado del organismo, detectar desequilibrios o alteraciones metabólicas y, en muchos casos, identificar de manera temprana enfermedades que aún no presentan síntomas evidentes.

Además, son fundamentales para evaluar la eficacia de ciertos tratamientos, controlar la evolución de patologías crónicas y establecer factores de riesgo relacionados con enfermedades cardiovasculares, endocrinas o renales.

Frecuencia recomendada

En términos generales, se aconseja realizar un análisis de sangre al menos una vez al año como parte de un chequeo médico preventivo.

Esta medida permite llevar un control regular del estado de salud y facilita la detección temprana de posibles alteraciones. No obstante, la periodicidad puede variar según la edad, los antecedentes familiares y la existencia de factores de riesgo.

En personas jóvenes (de 20 a 35 años) y aparentemente sanas, una analítica anual suele ser suficiente. Aunque en esta etapa la probabilidad de enfermedades crónicas es menor, es importante establecer un control preventivo.

Entre los 35 y 55 años, el riesgo de patologías como hipertensión, diabetes o colesterol elevado aumenta. Por ello, pueden ser necesarios controles más frecuentes, especialmente si existen antecedentes familiares o hábitos de vida poco saludables.

A partir de los 60 años resulta esencial mantener un seguimiento anual, e incluso semestral en algunos casos, para controlar enfermedades crónicas ya diagnosticadas y prevenir la aparición de nuevas afecciones.

Durante el embarazo se recomienda una analítica de sangre cada trimestre. Estas pruebas permiten vigilar el estado de la madre, detectar anemias, infecciones o alteraciones metabólicas, y garantizar un correcto desarrollo del bebé.

Una vez al año es recomendable hacerse una analítica para revisar la glucosa, el colesterol o los triglicéridos

Síntomas que indican la necesidad de un análisis

Aunque las revisiones periódicas son fundamentales, existen ciertos síntomas que requieren de analítica inmediata:

  • Cansancio persistente y debilidad inexplicable: pueden ser signos de anemia, problemas tiroideos o deficiencias vitamínicas.
  • Pérdida o aumento de peso sin causa aparente: podría indicar alteraciones metabólicas u hormonales.
  • Palpitaciones, mareos o dolores de cabeza frecuentes: en ocasiones se relacionan con hipertensión, alteraciones en el azúcar o problemas circulatorios.
  • Cambios en la piel y el cabello: la sequedad, caída excesiva o aparición de moretones sin motivo aparente pueden reflejar desequilibrios en la sangre o deficiencias nutricionales.
  • Dolor abdominal persistente o alteraciones digestivas: permiten descartar problemas en hígado, páncreas o riñones.
  • Control de enfermedades crónicas: en pacientes con diabetes, hipertensión o dislipemias, los análisis son imprescindibles para evaluar la eficacia del tratamiento y prevenir complicaciones.

Medida preventiva

Los análisis de sangre no deben considerarse únicamente una herramienta diagnóstica, sino también una medida preventiva.

Realizarse una analítica con la frecuencia adecuada según la edad y los factores de riesgo ayuda a preservar la salud y a detectar de manera temprana cualquier alteración. Asimismo, acudir al médico ante la aparición de síntomas persistentes es fundamental para iniciar un tratamiento a tiempo y mejorar la calidad de vida.