A falta de unos días para su 79 cumpleaños, Antonia Solís se declara superpositiva y valiente. Con una insuficiencia cardiaca y diabetes, entre otros problemas, es una paciente pluripatológica y dependiente, que necesita de un seguimiento sanitario casi diario. “Pero aquí voy a estar, por muchos años”, afirma vital. “Espero ver casados a mis nietos. Ya les he dicho que voy a ir a la boda”, dice esta vecina de Astrabudua, custodiada por sus dos ángeles de la guarda, Sara García, enfermera de Prácticas Avanzadas de OSI Uribe, y Carlos Fernández, enfermero del Centro de Salud de Astrabudua.
Tras dos ingresos el año pasado, en la OSI Uribe vieron que, por sus múltiples patologías, necesitaba que desde su centro de Atención Primaria se le hiciera seguimiento en su domicilio. Inmediatamente, su equipo de referencia de Atención Primaria se puso en contacto con el equipo de Enfermería de Prácticas Avanzadas en cronicidad (EPAk) de esta organización sanitaria para que, de manera coordinada, pudieran dar una atención continua a Antonia.
“A raíz de los ingresos, como es una persona con enfermedades crónicas, se nos activó para hacerle un seguimiento intenso. En coordinación con Primaria, estuvimos viniendo dos o tres veces por semana pero podemos venir una vez al día si el paciente está inestable, o necesita un tratamiento subcutáneo. Sobre todo hacemos una valoración clínica, y damos educación sanitaria para que ellos tengan conocimiento de la enfermedad, sepan identificar los síntomas de alarma, y puedan detectar y evitar ingresos por descompensación de la patología”, explica Sara García.
"Sobre todo hacemos una valoración clínica, y damos educación sanitaria para que ellos tengan conocimiento de la enfermedad, sepan identificar los síntomas de alarma, y puedan detectar y evitar ingresos por descompensación de la patología"
Ahora ella tiene las herramientas necesarias para identificar los primeros síntomas y tratar su enfermedad, evitando de esta forma peregrinajes por el hospital. “Me peso, me tomo la tensión, he aprendido también a ponerme la insulina”, dice Antonia que, de momento se acuerda de toda su medicación, aunque también la tiene apuntada. En función de cuánto tiene de glucemia, sabe también si tiene que ponerse o no la insulina, y cada vez va controlando más su estado de salud.
Esta vecina de Astrabudua asegura que el año pasado estuvo ingresada en Cruces veinte días en junio. Y que a últimos de octubre repitió ingreso. “Han visto que tengo el corazón muy débil con válvulas obstruidas y aunque querían intervenirme, me dijeron que no iba a aguantar la operación”. “La segunda vez ingresé con los pulmones encharcados y estuve muy mal”, recuerda.
Toda la asistencia de Antonia Solís se hace en colaboración con Atención Primaria. “Con el encharcamiento de pulmones es importante, por ejemplo, pesarse todos los días para ver si retiene líquido. Ese dato es de gran utilidad porque si sube de peso mucho durante un día o dos, y dependiendo del incremento, debe consultarnos”, indica Carlos Fernández, “Ese es un signo de alarma y es importante que los pacientes sepan identificar esas señales”. “La saturación del oxígeno en sangre también es importante”, detalla Fernández. En este sentido, Antonia no olvida que en Semana Santa viajó a Quincoces con su hija mayor y “no subí el oxígeno porque me encontraba bien, y luego me puse muy mal, y tuvieron que bajar a buscármelo. Por eso ahora hago caso a todo lo que me dicen, y me cuido”, señala.
"Con el encharcamiento de pulmones es importante, por ejemplo, pesarse todos los días para ver si retiene líquido. Ese dato es de gran utilidad porque si sube de peso mucho durante un día o dos, y dependiendo del incremento, debe consultarnos"
A juicio de Carlos Fernández, esta vigilancia exhaustiva que hace Osakidetza persigue “evitar ingresos hospitalarios, que el paciente esté en su medio, en su casa, y darle información para detectar signos de alarma o los motivos por los que nos tiene que consultar. Estamos hablando de pacientes crónicos complejos que necesitan de muchos cuidados y tenemos que incidir en las medidas que deben tomar, o en los tratamientos a domicilio que puedan suplir los de un hospital”, indica.
Antonia está muy contenta porque está atendida con mimo, y ya tiene cita, por ejemplo, para mañana mismo. “A mí siempre me han tratado bien, he tenido dos maridos y he estado en Cruces con ellos, y solo puedo decir que siempre muy bien”.