Expertos en sordera infantil: "Detectar los síntomas antes del primer mes de vida es clave"
La hipoacusia infantil es más común de lo que parece: cinco de de cada 1.000 recién nacidos padecen pérdida auditiva en mayor o menor medida. Detectar la sordera antes del primer mes de vida es clave
La salud auditiva infantil continúa siendo una gran desconocida para muchas familias, a pesar de que alrededor de 1.890 familias en el Estado reciben cada año el diagnóstico de sordera infantil en uno de sus hijos (con la actual tasa de nacimientos).
Relacionadas
De acuerdo con la Comisión para la Detección Precoz de la Sordera Infantil (CODEPEH), 5 de cada 1.000 recién nacidos presentan sordera de algún grado y 1 de cada 1.000 tiene sordera severa o profunda. Estas cifras reflejan que la hipoacusia infantil es más común de lo que parece, pero sigue siendo poco visible. Esto se debe, en parte, a las limitaciones en las pruebas iniciales y a las pérdidas en el seguimiento, tal y como explica la CODEPEH.
Detección
La pérdida auditiva en la infancia puede tener graves consecuencias en el desarrollo del lenguaje, la socialización y el rendimiento escolar. Por eso, el objetivo es detectar la sordera antes del primer mes de vida, confirmar el diagnóstico antes de los tres meses e iniciar el tratamiento antes de los seis. Sin embargo, si esto no ocurre, el niño o la niña puede tener más dificultades para desarrollarse con normalidad.
Además, muchos padres y madres no conocen los factores de riesgo que pueden hacer sospechar una pérdida auditiva, como tener antecedentes familiares, infecciones durante el embarazo, una estancia prolongada en la UCI o haber recibido medicamentos que puedan afectar al oído. La CODEPEH también alerta del aumento de las sorderas progresivas, de desarrollo tardío o adquiridas en la infancia, relacionadas con otitis, traumatismos o incluso el uso prolongado de auriculares a volumen alto.
Familias
Con el objetivo de acompañar a las familias, GAES Junior ha lanzado una landing page específica sobre la detección precoz en la infancia, donde se puede encontrar más información sobre señales de alerta y consejos prácticos para actuar a tiempo. Las señales más comunes que deben observarse en bebés son:
* No reaccionar ante sonidos fuertes.
* No girar la cabeza al oír la voz de sus padres.
* Que no comiencen a balbucear hacia los 6 meses.
* No emitan palabras sueltas alrededor del año de vida.
Detectar estos signos a tiempo es importante para empezar una intervención que evite retrasos en el lenguaje, dificultades escolares o problemas de integración social. Los especialistas recomiendan a padres y pediatras estar atentos y realizar controles periódicos de la audición más allá del cribado neonatal. Es fundamental observar cómo reacciona el niño a los sonidos, si responde a su nombre o si tiene dificultades para adquirir el lenguaje. Cualquier sospecha debe consultarse cuanto antes con un especialista en audiología infantil.
Temas
Más en Salud
-
"Con el nuevo sistema de medición de hemoglobina calculamos 800.000 euros de ahorro al año"
-
Ni tampones ni compresas: la alternativa más económica, higiénica y sostenible
-
Un nuevo análisis de sangre permite diagnosticar miles de enfermedades raras en menos de tres días
-
“El TDAH es muchísimo más que niños con malas notas”