El yogur es uno de los alimentos más consumidos, gracias a su versatilidad, valor nutricional y beneficios para la salud digestiva. Sin embargo, no todos los yogures son iguales.
Al elegir entre yogur natural y yogures con sabor a frutas, muchas personas se enfrentan a una disyuntiva: ¿cuál es la opción más saludable? La respuesta depende de varios factores, especialmente del contenido de azúcares y aditivos.
El yogur natural: simplicidad y beneficios nutricionales
El yogur natural está elaborado únicamente con leche y fermentos lácticos vivos. Es rico en proteínas, calcio, fósforo, vitamina B12 y probióticos, que favorecen la salud intestinal. Además, contiene lactosa en su forma más digerible, lo que lo convierte en una mejor opción incluso para quienes tienen cierta intolerancia a la lactosa.
Una de las principales ventajas del yogur natural es su bajo contenido en azúcares añadidos. Su sabor puede parecer ácido para algunos paladares, pero esto lo convierte en una base perfecta para combinar con frutas frescas, frutos secos o un toque de miel, permitiendo controlar los ingredientes y evitar azúcares innecesarios.
Yogures con sabor a frutas: atención a los ingredientes
Los yogures con sabor a frutas suelen presentarse como una opción más atractiva, sobre todo para niños o personas que no disfrutan del sabor del yogur natural. Sin embargo, es importante leer bien la etiqueta. Aunque parezca que contienen fruta, muchos de estos productos incluyen azúcares añadidos, colorantes, saborizantes artificiales e incluso jarabe de glucosa o fructosa.
En promedio, un yogur con sabor puede contener entre 10 y 20 gramos de azúcar por unidad, lo que equivale a entre dos y cuatro cucharaditas de azúcar. Este exceso de azúcar no solo reduce el valor nutricional del producto, sino que también puede contribuir al aumento de peso, problemas metabólicos y caries dentales.
La opción más saludable
Desde el punto de vista nutricional, el yogur natural es claramente superior. Aporta los beneficios del yogur sin los efectos negativos del azúcar añadido. Además, permite una personalización saludable: al añadir fruta fresca, semillas o avena, se convierte en un snack equilibrado y rico en fibra, antioxidantes y grasas saludables.
No obstante, si se opta por un yogur con sabor, es recomendable buscar aquellos etiquetados como “sin azúcares añadidos” o que utilicen edulcorantes naturales como el stevia. También es preferible elegir productos con ingredientes reconocibles y sin aditivos artificiales.
El yogur, en sus diferentes formas, puede ser parte de una alimentación saludable. Sin embargo, para aprovechar todos sus beneficios sin comprometer la salud, la mejor elección es el yogur natural. Elegir conscientemente, leer las etiquetas y evitar los productos ultraprocesados son pasos esenciales para mantener una dieta equilibrada y nutritiva.