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Cómo saber si te está dando un infarto: señales de alerta y consejos para prevenirlo

La Sociedad Española de Cardiología insiste en la importancia de no subestimar los síntomas

Cómo saber si te está dando un infarto: señales de alerta y consejos para prevenirloFreepik

Los infartos, o ataques cardíacos, son una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y Gipuzkoa no es una excepción.

Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo una preocupación sanitaria de primer orden. La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha lanzado una advertencia clara: no debemos subestimar los síntomas de un infarto de miocardio, ya que una atención médica temprana puede salvar vidas.

En este artículo, abordaremos los síntomas del infarto, los factores de riesgo más comunes y las recomendaciones para prevenirlo.

¿Qué es un infarto de miocardio?

El infarto de miocardio ocurre cuando una parte del músculo cardíaco no recibe suficiente flujo sanguíneo, lo que generalmente sucede debido a una obstrucción en una de las arterias coronarias.

Esta falta de oxígeno puede causar daño irreversible en el corazón si no se actúa rápidamente. Reconocer los síntomas y buscar ayuda médica de inmediato es fundamental para mejorar las posibilidades de supervivencia y recuperación.

Conviene saber que el 25% de personas con un infarto corre el riesgo de padecer otro en tres años.

Síntomas del infarto

La mayoría de las personas que sufren un infarto experimentan dolor o presión en el pecho, que es el síntoma más característico. Este dolor puede durar más de 15 minutos o reaparecer en el transcurso de una hora, y puede extenderse hacia los brazos, la espalda o el cuello. Es importante no ignorar estos síntomas, ya que cuanto más tiempo pase sin tratamiento, mayor será el daño al corazón.

Sin embargo, la Sociedad Española de Cardiología también alerta de que los síntomas pueden variar entre hombres y mujeres. Mientras que el dolor en el pecho sigue siendo común en ambos géneros, las mujeres son más propensas a experimentar algunos síntomas adicionales, que a menudo se pasan por alto:

  • Mareos
  • Náuseas
  • Dolor en la mandíbula o el cuello
  • Dificultad para respirar
  • Palpitaciones
  • Fatiga inexplicable

Estos síntomas a menudo no se asocian inmediatamente con un infarto, lo que puede retrasar la atención médica en las mujeres. Por eso, y teniendo en cuenta que solo la mitad de los vascos que sufre un infarto llama al 112 para ser atendido, es crucial que tanto hombres como mujeres reconozcan que cualquier síntoma persistente o inusual, especialmente si está relacionado con dolor en el pecho, debe ser motivo para buscar ayuda médica de inmediato.

Factores de riesgo

Existen varios factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrir un infarto. Entre los más comunes se incluyen:

  • Hipertensión arterial: La presión arterial alta es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.
  • Colesterol alto: Los niveles elevados de colesterol LDL (colesterol "malo") pueden contribuir a la formación de placas en las arterias, lo que aumenta el riesgo de un infarto.
  • Tabaquismo: Fumar daña las arterias y reduce el suministro de oxígeno al corazón.
  • Diabetes: Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos debido a la mayor probabilidad de acumulación de placa en las arterias.
  • Obesidad y sedentarismo: La falta de actividad física y el sobrepeso pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
  • Estrés: El estrés crónico puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de infartos.
  • Antecedentes familiares: Tener familiares directos con antecedentes de enfermedades cardíacas también aumenta el riesgo.

Cómo prevenir los infartos

La prevención es clave para reducir el riesgo de infartos, y la buena noticia es que muchos de los factores de riesgo son modificables a través de cambios en el estilo de vida. Aquí hay algunas medidas importantes para prevenir los infartos:

Mantener una dieta saludable

Optar por una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial.

Evitar el consumo excesivo de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas trans es igualmente importante para la salud cardiovascular.

Ejercicio regular

La actividad física regular es fundamental para mantener un corazón sano. Se recomienda al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, como caminar, nadar o montar en bicicleta.

El ejercicio ayuda a controlar el peso, reducir el colesterol y mejorar la salud general del corazón.

Dejar de fumar

El tabaquismo es uno de los factores de riesgo más graves para las enfermedades cardiovasculares. Dejar de fumar puede mejorar drásticamente la salud del corazón y reducir significativamente el riesgo de infarto.

Controlar la presión arterial y el colesterol

Realizarse chequeos médicos regulares es crucial para detectar problemas como la hipertensión o el colesterol alto.

Si se diagnostica alguno de estos problemas, es importante seguir las indicaciones médicas y tomar los medicamentos necesarios.

Manejar el estrés

El estrés puede tener un impacto negativo en la salud cardiovascular. Técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga y la respiración profunda, pueden ser útiles para mantener el equilibrio emocional y reducir el riesgo de infartos.

Los infartos son una amenaza seria para la salud y la vida, pero muchos de los factores de riesgo pueden controlarse a través de una vida saludable.

La Sociedad Española de Cardiología insiste en la importancia de no subestimar los síntomas, especialmente el dolor en el pecho que dura más de 15 minutos o se repite.

Además, es crucial que las mujeres presten atención a síntomas menos evidentes, como mareos o fatiga, que también pueden ser señales de un infarto. Con un enfoque preventivo y una atención rápida ante los síntomas, se pueden salvar muchas vidas.