La relación entre la dieta y el cáncer ha sido objeto de numerosos estudios científicos, y ciertos alimentos han sido identificados como potencialmente peligrosos debido a sus propiedades cancerígenas.

Entre ellos, las carnes ultraprocesadas, especialmente los fiambres y embutidos, destacan por su asociación con un mayor riesgo de cáncer.

Las carnes ultraprocesadas incluyen productos como salchichas, jamón york, mortadela y otros embutidos que han sido modificados a través de procesos de salado, curado, fermentación o ahumado.

Estos procesos no solo prolongan la vida útil de los productos, sino que también mejoran su sabor. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado las carnes procesadas como carcinógenas para los humanos (Grupo 1), basándose en la evidencia de que su consumo está asociado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal.

Compuestos nocivos

Existen varios compuestos en las carnes ultraprocesadas que pueden contribuir al desarrollo de cáncer:

  • Nitritos y nitratos: Utilizados como conservantes, estos compuestos pueden formar nitrosaminas en el cuerpo, que son sustancias cancerígenas.
  • Aminas heterocíclicas (HCA) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP): Se forman cuando las carnes se cocinan a altas temperaturas, como en el caso del ahumado o la parrilla. Estos químicos están vinculados con el cáncer en estudios con animales.
  • Sal y conservantes: El alto contenido de sal y otros conservantes en los embutidos puede contribuir a la hipertensión y otros problemas de salud, además de su posible relación con el cáncer.

El consumo regular de carnes ultraprocesadas ha sido asociado con varios tipos de cáncer, principalmente cáncer colorrectal.

Un estudio publicado en "The Lancet Oncology" en 2015, realizado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), indicó que cada porción diaria de 50 gramos de carne procesada aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%.

Alternativas saludables

Para reducir el riesgo de cáncer asociado con la dieta, es recomendable sustituir las carnes ultraprocesadas por opciones más saludables:

  • Carnes frescas: Optar por carnes frescas no procesadas, como pollo, pavo y carne de res magra. Es importante cocinarlas a temperaturas seguras para minimizar la formación de compuestos nocivos.
  • Pescados y mariscos: Son una excelente fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular.
  • Proteínas vegetales: Incorporar más legumbres, tofu, tempeh y otros productos vegetales en la dieta puede proporcionar proteínas sin los riesgos asociados con las carnes procesadas.
  • Frutas y verduras: Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas, que son ricas en antioxidantes y fibras, puede ayudar a reducir el riesgo de varios tipos de cáncer.

Eliminar las carnes ultraprocesadas, especialmente fiambres y embutidos, de la dieta es una medida preventiva importante para reducir el riesgo de cáncer.

Optar por alternativas más saludables, como carnes frescas, pescados y proteínas vegetales, priorizando el consumo de productos de origen vegetal, puede mejorar significativamente la salud general y contribuir a la prevención de enfermedades crónicas.

La concienciación y la educación sobre estos riesgos dietéticos son esenciales para fomentar hábitos alimentarios más saludables y sostenibles.