Los últimos datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) apuntan a una incidencia que, durante el año 2023, ha sido de 35.000 nuevos casos de cáncer de mama; 31.282 de cáncer de pulmón, 28.465 de cáncer de colon y 6.932 de estómago. 

Por ello, Daiichi Sankyo ha apostado por una línea de desarrollo clínico centrada en la tecnología de anticuerpos conjugados (ADCs). Sin embargo, poco se sabe del origen de esta tecnología, de su descubrimiento, de cómo funciona y por qué está logrando un cambio de paradigma en el abordaje del cáncer. El Premio Nobel alemán Paul Ehrlich ideó el concepto de los ADCs en 1913. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado mucho y actualmente hay más de 90 ADCs en estudio para el tratamiento de diferentes tipos de cáncer.

Con el objetivo de incrementar el conocimiento, la compañía ha creado la miniserie manga The Discovery, con la que narra el nacimiento y el desarrollo de la tecnología ADC a través de dos personajes, Dai y Kyo, que representan a los investigadores principales que, en su momento, impulsaron la apuesta por los ADC. 

‘The Discovery’

A lo largo de tres capítulos, los personajes de The Discovery narrarán el origen del descubrimiento de la tecnología ADC, introducirán el símil que tiene la terapia con el Caballo de Troya, repasarán las diferentes vías para hacer frente al cáncer, explicando la función de anticuerpo, citotóxico y enlazador, y abordarán diferentes dianas terapéuticas, proteínas y biomarcadores para explicar la importancia de las terapias dirigidas en la medicina personalizada de precisión. “Nos parece muy importante hacer accesible la ciencia a toda la población, y ese reto perseguimos con la serie The Discovery, en un formato y en un lenguaje comprensible”, explica Ana Zubeldia, Head of Oncology de Daiichi Sankyo España. 

Como detalla Zubeldia, “el mecanismo de los ADCs es similar al del Caballo de Troya, pues el anticuerpo, con ayuda del enlazador, se une a la superficie de la célula tumoral, engañándola para que le permita entrar en el interior. Una vez dentro de la célula, el citotóxico actúa dañando o eliminando a la célula tumoral. Pero, además, estos ADCs separan el anticuerpo y enlazador de los agentes quimioterápicos una vez que están en la célula tumoral, para dejarlos libres y que puedan ser más eficaces”. 

“Esperamos poder aportar nuestro granito de arena en la divulgación científica sobre innovación en oncología, en la que el desarrollo de los anticuerpos conjugados, junto a los avances en terapia génica y celular, están marcando la diferencia en los resultados en cáncer”, concluye Zubeldia.