El centro de investigación Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de Donostia, en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa, busca averiguar el origen cognitivo de la capacidad de interpretar y distinguir la entonación de enfado, alegría, exclamaciones o preguntas. Los expertos pondrán a prueba a personas sanas y pacientes con daños cerebrales con la tarea de escuchar oraciones y escoger después la cara que mejor expresa las palabras percibidas.

En un comunicado, la investigadora del BCBL Giada Antonicelli ha señalado que el objetivo es conocer el origen cognitivo de la prosodia, que es la capacidad que tenemos las personas para interpretar y distinguir la entonación de las palabras en cada una de estas situaciones comunicativas, que "desempeña un rol clave en las interacciones humanas".

En este sentido, ha destacado que "un déficit en esta comprensión prosódica, frecuente en personas que han sufrido por ejemplo accidentes cerebrales como un ictus, repercute significativamente en su calidad de vida".

En esta investigación, según ha explicado Antonicelli, se analizarán las fases involucradas en la interpretación de la entonación con la idea de observar "qué influencia puede tener un déficit en esta función en la comprensión del habla y qué región cerebral tiene mayor relación con la prosodia".

La experta ha señalado que "tradicionalmente se cree que la prosodia emocional (alegre, enfadada o triste) se procesa en el hemisferio derecho del cerebro, mientras que la lingüística (pregunta, ruego o exclamación) en el izquierdo". "Esta hipótesis no se sostiene con las evidencias actuales, que indican un reparto más complejo de las funciones relacionadas con la prosodia", ha asegurado.

Los investigadores de BCBL analizarán la interpretación de la prosodia en dos grupos de participantes: por un lado, pacientes con daño cerebral del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Donostia, que colabora en el estudio; y, por otro, personas sanas mayores de 18 años.

En este segundo grupo, el centro se encuentra en plena búsqueda de personas voluntarias que sean diestras, que cuenten con unos estudios mínimos de bachillerato, que no tomen medicación para la depresión o la ansiedad, que no tengan ningún tipo de problema neurológico y que no tengan formación musical.

Los expertos medirán la respuesta conductual y neuronal de los participantes a través de pruebas conductuales y de magnetoencefalografía (MEG), una técnica no invasiva que detecta el campo magnético que se produce de forma natural por la actividad eléctrica del cerebro.

En estos ensayos, tanto las personas sanas como las enfermas se someterán a una sencilla tarea que pondrá a prueba su memoria y capacidades lingüísticas: escuchar oraciones y escoger después entre tres alternativas el rostro que mejor exprese la entonación de las palabras recién escuchadas, ya sean de rabia, alegría, pregunta, ruego o neutrales.

La investigadora ha subrayado que "la mayor novedad de la investigación reside en estudiar la prosodia en personas con lesiones cerebrales usando no solo el MEG, sino también una técnica de análisis estadístico denominada cortical tracking (rastreo cortical) que estima la sincronización entre los estímulos auditivos y la actividad en la corteza cerebral".

Finalmente, ha indicado que los resultados de este proyecto del BCBL, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno central, "aumentarán el conocimiento sobre el origen de los déficits en la prosodia y podrían ayudar a orientar las terapias de rehabilitación en personas que han sufrido un ictus, por ejemplo, y hacerlas más efectivas". Las personas interesadas en participar en esta investigación pueden ponerse en contacto con el BCBL.