Desde niños se nos inculca la importancia de cuidar nuestros dientes manteniendo una correcta higiene bucodental y acudiendo al dentista al menos una vez al año. Sabemos que tenemos que cepillarlos tres veces al día y utilizar seda dental para eliminar hasta el último resto de comida, pero a veces hacemos un mal uso de ellos pudiendo causarles un serio perjuicio.

Algunos de esos malos hábitos cotidianos con los que dañamos nuestros dientes de una manera casi inconsciente son:

1- Morder objetos duros. Morder objetos como lápices, bolígrafos o patillas de gafas es una mala costumbre que puede hacer que los dientes se desplacen y sufran fisuras o fracturas. Estos además se desgastarán, lo que provocará un aumento de la sensibilidad dental. 

2- Utilizar los dientes como herramientas. Usar los dientes para arrancar etiquetas, desenroscar tapones de botellas, abrir bolsas de aperitivos o cortar cinta adhesiva hará que las piezas se desgasten y, lo que puede comenzar siendo un daño estético, puede acabar causando serios problemas de salud. Seguro que en algún lugar de tu casa guardas unas tijeras que realizarán todas esas funciones mucho mejor que tus dientes.

3- Morderse las uñas. Además de afear el aspecto de tus manos, mordiéndote las uñas solo conseguirás dañar el esmalte de tus dientes, provocar un trastorno en tu mandíbula e introducir en tu boca una enorme cantidad de bacterias. 

4- Usar palillos para limpiar los dientes. Los palillos no tienen una esterilización adecuada, son rígidos y terminan en punta, lo que puede dañarnos tanto el esmalte de los dientes como las encías. En su lugar, cepíllate bien los dientes y usa hilo dental.

Una mujer se pasa el hilo dental por los dientes. Freepik

5- Masticar hielo. La dureza del hielo puede causar un daño irreparable en los dientes, que están diseñados para masticar alimentos, no para romper cosas con ellos.

6- Cepillarte los dientes nada más comer. No debemos cepillarnos los dientes hasta media hora después de las comidas. Durante ese tiempo la acidez de la boca aumenta y si los lavamos entonces lo único que haremos es frotar el ácido de los alimentos contra nuestros dientes y dañarlos. Pasados esos 30 minutos, la saliva habrá reducido la acidez y podremos lavarlos sin problema.

7- No cambiar el cepillo con asiduidad. Debemos cambiar los cepillos de dientes al menos cada tres meses, ya que pasado ese tiempo puede albergar bacterias y perder efectividad para eliminar la placa y los restos de alimentos de los dientes y de las encías.

8- Usar una pasta dental inadecuada. Algunos dentífricos son abrasivos y pueden dañar el esmalte. Debemos elegirlos con flúor para mantener a raya las bacterias. 

Una familia se cepilla los dientes frente al espejo. Freepik

9- Beber alcohol. El alcohol causa deshidratación, seca la boca y reduce la secreción de saliva, la cual actúa como un limpiador natural. Al haber menos saliva, aumenta el riesgo de caries y de otras infecciones orales.

10- Fumar. El tabaco daña la mucosa de la boca, ya que no le deja oxigenarse correctamente. Además, perjudica al tejido que rodea el diente, provocando una retracción de las encías y favoreciendo la pérdida de las piezas dentales.

11- Abusar de los refrescos. Estas bebidas tienen mucho azúcar y ácidos que pueden erosionar la capa protectora de los dientes, lo que conlleva a una pérdida de esmalte, una mayor exposición de la dentina, un aumento de la sensibilidad dental y un mayor riesgo de sufrir caries.

12- El estrés. Las personas nerviosas tienden a sufrir bruxismo (apretar la mandíbula al dormir), lo que acabará debilitando el esmalte y provocando fracturas en los dientes.

13- El sobrepeso. Tener unos kilos de más va a favorecer el desarrollo de diabetes tipo 2. Si la glucosa está mal controlada, es como si estuviéramos chupando un caramelo las 24 horas del día, con el riesgo que esto conlleva.

14- Comer alimentos pegajosos. Lo peor para tus dientes es un caramelo blando, además de por todo el azúcar que contiene, por lo pegajoso y perjudicial que resulta para tus dientes.

Si tras repasar esta lista de malos hábitos te has visto reflejado en alguno de ellos, cada vez que tengas la tentación de hacer un uso inadecuado de tus dientes piénsatelo dos veces y recuerda el perjuicio irreversible que puedes causarles.