Aunque el verano ya está llegando a su fin, aún podemos disfrutar de días con temperaturas agradables para poder ir a espacios naturales donde dar un paseo y realizar una ruta de senderismo.
Gipuzkoa y sus cercanías cuentan con numerosas zonas donde realizar senderos únicos donde la tranquilidad y la naturaleza consiguen crear un espacio de paz ideal para olvidarse del estrés y el ajetreo del día a día.
La zona cuenta con rutas para todos los gustos y niveles, y una de las más sencillas es la ruta circular que une Egino con la cueva 'La Leze', ubicada en Álava, pero muy cerca de la frontera con Gipuzkoa y Navarra.
Se trata de un paseo circular de apenas un kilómetro que se hace en media hora. Un recorrido sencillo que comienza en Egino y discurre por una pendiente suave que surca prados y tierras de cultivo.
Para muchos esto no es una ruta de senderismo como tal, sino un simple paseo hasta la enorme boca de la cueva de La Leze. Un trayecto sencillo y agradable en el que poder disfrutar de las vistas de la Sierra de Entzia y las peñas de Egino, muy conocidas estas por los aficionados a la escalada.
Imprescindible para la salud
Pasear por la naturaleza ofrece múltiples beneficios para la salud física, mental y emocional.
En un mundo cada vez más acelerado y conectado a la tecnología, salir al aire libre y disfrutar de entornos naturales puede ser una actividad sencilla pero extremadamente valiosa para mejorar el bienestar general.
Caminar por la naturaleza es una forma de ejercicio que fortalece el sistema cardiovascular, mejora la circulación y ayuda a mantener un peso saludable.
Además, pasear por terrenos irregulares, como senderos en bosques o montañas, activa diferentes grupos musculares y mejora el equilibrio y la coordinación.
El aire fresco y puro también contribuye a mejorar la capacidad pulmonar y a reducir el riesgo de enfermedades respiratorias.
Asimismo, uno de los aspectos más destacados de pasear por la naturaleza es su impacto en la salud mental. Diversos estudios han demostrado que pasar tiempo en entornos naturales reduce el estrés, la ansiedad y la fatiga mental.
La naturaleza tiene un efecto calmante que ayuda a desconectar del ajetreo cotidiano, disminuyendo los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Además, el contacto con espacios verdes mejora la concentración, la memoria y la creatividad, ya que proporciona un descanso mental del entorno urbano y digital.
Bienestar emocional
El contacto con la naturaleza también tiene efectos positivos en el bienestar emocional. Caminar por un bosque puede generar sentimientos de felicidad y satisfacción, lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo.
Además, este tipo de actividad promueve una mayor conexión con uno mismo y con el entorno, favoreciendo la práctica de la atención plena o mindfulness, lo que puede aumentar la sensación de paz interior y gratitud.
En resumen, pasear por la naturaleza es una actividad que aporta beneficios físicos, mentales y emocionales, ayudando a mejorar la calidad de vida y el bienestar general de las personas que lo practican regularmente.