A la tercera va la vencida. La visita a Anoeta por fin se convirtió en una fiesta para la afición del Aviron Bayonnais. Desde que el conjunto vasco había retomado los partidos en el estadio donostiarra, la hinchada blanquiazul no había podido celebrar un triunfo en la capital guipuzcoana. Los lapurtarras cayeron primero ante el Pau en 2023, mientras que la pasada temporada sucumbieron frente al Toulon. Pero la espera mereció la pena. Ayer, el Aviron Bayonnais dio la sorpresa de la jornada en el Top 14 y se impuso a todo un excampeón de Europa como es el Stade Rochelais. Y no solo eso. El combinado vasco arrolló al que fuera el mejor equipo del continente en 2022 y 2023 y acabó venciéndole por 37-7. Esta vez sí, los seguidores del Aviron Bayonnais pudieron desatar su alegría en la capital guipuzcoana.
El conjunto blanquiazul se adelantó en el marcador cuando solo había pasado tres minutos gracias a un golpe de castigo del apertura Joris Segonds (3-0), y solo tres minutos más tarde un ensayo del ala Aurélien Callandret transformado por el diez blanquiazul pusieron un 10-0 en el marcador.
El Stade Rochelais no reaccionaba, y a los ocho minutos de partido el talonador argentino Facundo Bosch posó de nuevo el oval en la zona de marca visitante. La transformación del apertura y otro golpe de castigo dejaron el marcador en un increíble 20-0 cuando todavía no se había cumplido el cuarto de hora.
El equipo visitante consiguió cortar el ritmo del Aviron Bayonnais, pero no pudo evitar un nueva marca de los vascos antes del descanso, por medio de Sireli Maqala, el máximo anotador de ensayos blanquiazul (25-0).
Una ventaja de 25-0
El Aviron Bayonnais se fue al descanso con 25 puntos a su favor y dejando al Stade Rochelais sin haber anotado un solo tanto. Se podía esperar una reacción del equipo que dirige Ronan O’Gara, pero a los diez minutos de la segunda mitad fue Camille Lopez quien logró una nueva marca. El equipo de La Rochelle no pudo puntuar hasta el minuto 74, con un ensayo transformado (30-7). Con el resultado sentenciado, el choque finalizó con un ensayo de castigo a favor del Aviron Bayonnais ya en el tiempo de descuento (37-7).
El partido también dio lugar a una acción para la polémica, que tuvo como protagonista a Manu Tuilagi. El centro internacional inglés, que debutaba con el Aviron Bayonnais, dejó constancia de su intensidad en un placaje sobre Grégory Alldritt, antiguo jugador de la selección de Francia. El tercera línea visitante se quejó al árbitro de un placaje del baionarra en el que chocaron las cabezas de ambos, y le recriminó no velar por la seguridad de los jugadores.
Anoeta no se llenó
Miles de aficionados lapurtarras acudieron a Donostia a ver el partido, en su inmensa mayoría en autobús y en el topo. En los momentos anteriores y posteriores al encuentro, la fan zone instalada en los aledaños del estadio, amenizada por la música, reunió a miles de espectadores, incluyendo también a numerosos seguidores del Stade Rochelais desplazados a la capital guipuzcoana. En esta ocasión, no obstante, Anoeta no se llenó por completo, pero sí presentó una buena entrada.
Tras el partido, los seguidores del Aviron Bayonnais festejaron a lo grande la hazaña lograda por su equipo en Donostia.
Por otro lado, el viernes, el Biarritz cayó frente al Brive en la Pro D2 (31-13). Sobre el césped se enfrentaron dos terceras guipuzcoanos. El donostiarra Asier Usarraga disputó los últimos 29 minutos del choque para los blanquinegros, mientras que el beasaindarra Ekain Imaz entró en el campo a los 51 minutos de juego en el equipo biarrot.