La emoción está asegurada desde el primer partido. Francia acogerá a partir de mañana, y hasta el próximo 28 de octubre, la Copa del Mundo más abierta que se recuerda. Ninguna selección parece estar claramente por encima del resto, y hasta cuatro equipos se presentan como aspirantes a dominar el rugby mundial. El XV del Gallo sabe que está frente a su gran oportunidad para ganar por primera vez el torneo planetario. Finalista en tres de las nueve ediciones del campeonato, los bleus sueñan con alzar por fin la Copa del Mundo, en su estadio y frente a su afición. La lista de candidatos al triunfo, sin embargo, es mucho más amplia. Sudáfrica, la última campeona, se presenta en las mejores condiciones al campeonato. Irlanda, por su parte, es la número 1 del ranking mundial y la última ganadora del Seis Naciones, y va a intentar acabar con sus pobres actuaciones en la Copa del Mundo. Y Nueva Zelanda siempre merece estar entre los favoritos.

El destino ha querido que las cuatro principales aspirantes se enfrenten entre sí en los cuartos de final, y esta circunstancia puede dar alas a equipos como Argentina, Australia o Inglaterra, que intentarán dar la sorpresa en este torneo.

La competición reunirá a 20 selecciones distribuidas en cuatro grupos. Los tres primeros de cada liguilla se clasificarán para el próximo torneo mundial, y los dos mejores también avanzarán a los cuartos de final.

Grupo A

El anfitrión, frente a los All Blacks

Francia y Nueva Zelanda son claros favoritos para superar un grupo que completan Italia, Uruguay y Namibia. Los anfitriones y los All Blacks inaugurarán mañana la Copa del Mundo en Saint Dennis (21.15 horas).

Después de tres finales perdidas, ganar la Copa del Mundo se ha convertido en una auténtica obsesión para el rugby francés, y estos días parece incluso que para todo el país. Y esta es, sin duda, su gran oportunidad, porque el XV del Gallo podrá contar con el apoyo de su afición en su estadio y porque ningún rival parece mucho más fuerte. Fallar no está previsto ni permitido. Nadie recuerda que los galos también se consideraban favoritos en el anterior campeonato mundial que acogieron, en 2007, y que entonces ni siquiera pudieron lograr el tercer puesto. Tampoco parece importar que Irlanda les superase en el último Seis Naciones, o que desde 2010 solo hayan ganado el torneo continental de 2022. O que cayeran en los cuartos de final de las Copas del Mundo de 2015 y de 2019.

Lo cierto es que Francia está en un gran momento de juego, y con Fabien Galthié al frente se ha convertido por méritos propios en un aspirante al título, y más en un torneo donde ninguna otra selección parece imbatible. Los aficionados galos han encumbrado a su medio melé, Anthony Dupont, como el mejor jugador del mundo, y confían en su guía para conseguir el título por primera vez. Los vascos Maxime Lucu y Charles Ollivon, ambos naturales de Senpere, forman parte de la convocatoria francesa.

El gran handicap de los franceses será la presión, y tendrán que lidiar con ella desde el primer partido. Los galos, además, cuentan con la baja fundamental de su apertura titular, Romain Ntamack, que el mes pasado se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda.

Los All Blacks, por su parte, están muy lejos de aquel equipo que arrasó en la Copa del Mundo de 2015, o incluso del que aspiraba a ganar la edición de 2019, pero siempre hay que tenerlos en cuenta entre los favoritos. Vienen de ganar el Rugby Championship y de jugar algunos buenos partidos. También es cierto que la semana pasada cayeron ante Sudáfrica por un claro 7-35, y en los últimos meses han perdido en dos ocasiones contra Irlanda (12-23 y 29-20), sucumbieron ante Argentina (18-25) y no pasaron del empate ante Inglaterra (25-25).

Los jugones Richie Mo’unga y Beauden Barrett tratarán de sacarse la espina del pasado Mundial.

Italia, que nunca ha superado la fase de grupos, es la gran candidata a hacerse con el tercer puesto frente a Namibia y Uruguay. Los africanos no han ganado ninguno de los 22 partidos que han disputado en los seis mundiales que han jugado. Los Teros, por su parte, cuentan con 15 encuentros en esta competición y han logrado tres triunfos, uno de ellos ante España (27-15 en 1999).

Grupo B

El campeón del mundo y el campeón de Europa

El Grupo B también reunirá dos aspirantes al título, como son Sudáfrica e Irlanda. Los springboks tratarán de repetir el triunfo logrado en Japón en 2019 y no olvidan que ya ganaron la Copa del Mundo de 2007 en suelo francés. El bloque de los campeones del mundo no ha cambiado demasiado y es un serio candidato al triunfo final, a pesar de tener algunos jugadores tocados y dudas en la posición de apertura.

La selección de Irlanda, por su parte, es la actual campeona del Seis Naciones, y ocupa el número uno del ranking mundial, por delante de Sudáfrica. Los triunfos que ha logrado en los dos últimos años ante Nueva Zelanda (29-20), Australia (13-10) o los springboks (19-16) debería animar al XV del Trébol a tomarse en serio la lucha por la Copa del Mundo. Los irlandeses, sin embargo, no tienen demasiada credibilidad en este torneo, donde nunca han sido capaces de superar siquiera los cuartos de final. Tal vez Jonathan Sexton conduzca a Irlanda a su mayor éxito antes de colgar las botas al término del torneo.

Completarán el grupo Escocia, Tonga y Rumanía, beneficiada directamente por la sanción que dejó sin plaza a la selección española. El XV del Cardo tratará de amarrar la clasificación mundialista sin renunciar a los cuartos final. En el conjunto escocés destaca la ausencia de Stuart Hogg, que inesperadamente anunció su retirada el pasado mes de julio.

Grupo C

Un trampolín para Gales y Australia

Gales y Australia no deberían tener problemas para pasar a cuartos ante Fiyi y Georgia, aspirantes a la tercera plaza, y una Portugal teóricamente condenada a ser colista.

Ni galeses ni australianos figuran en las quinielas por el título, pero los cruces les favorecen y, si crecen a lo largo del torneo, podrían llegar lejos y soñar con dar la sorpresa.

Los oceánicos, dos veces campeones del mundo, no han mejorado gran cosa con la llegada en enero del seleccionador Eddie Jones y son novenos en el ranking mundial, un puesto por encima del XV del Dragón. Además, Jones solo ha convocado a ocho jugadores con partidos anteriores en una Copa del Mundo, su único apertura específico –Carter Gordon– apenas tiene experiencia internacional y no podrá contar con su capitán Allan Alaalatoa.

Gales, penúltimo en el Seis Naciones de este año, afronta el torneo en pleno fin de ciclo, sin los retirados Alun Wyn Jones o Justin Tiporic y con Dan Biggar jugando sus últimos partidos internacionales. A las dudas sobre el equipo se suman además las disputas económicas entre jugadores y federación. El equipo de Warren Gatlan tiene a su favor su competitividad en los mundiales, con un tercer puesto y otros dos partidos en semifinales en su historial.

Grupo D

Inglaterra y Argentina esperan su oportunidad

Argentina e Inglaterra se presentan como las selecciones más potentes del Grupo D, y los cruces de cuartos de final les invitan a ser optimistas. Los Pumas aspiran a liderar su grupo y llegan con la máxima ambición a Francia, donde lograron la medalla de bronce en 2007. En julio, por ejemplo, los de Michael Cheika ya vencieron a Australia por 31-34.

Inglaterra, finalista en 2019, no ha conseguido levantar cabeza desde la llegada al banquillo de Steve Borthwick el pasado mes de diciembre. Solo ganó dos partidos en el Seis Naciones y en las últimas semanas ha perdido frente a Irlanda o Fiyi. Sin el medio melé Jack Van Poortvliet y con Owen Farrell a los mandos, el primer objetivo será no volver a caer en fase de grupos, como en 2015. A partir de ahí, todo puede suceder.

Japón y Samoa pugnarán por la tercera plaza, con la debutante Chile como teórico convidado de piedra. Argentinos e ingleses se enfrentarán el sábado en el encuentro más interesante del grupo y arrancarán así su participación en un torneo plagado de incógnitas.

Los récords

  • 38 placajes Thierry Dusautoir ostenta el récord de placajes en un partido internacional. El exjugador del Biarritz y excapitán de Francia realizó 38 en la final de la Copa del Mundo de 2007.
  • 100% Nueva Zelanda es la única selección que nunca ha perdido un partido en la fase de grupos.
  • 2.552 puntos Los All Blacks son el equipo más anotador de las nueve ediciones de la Copa del Mundo, con un récord de 346 ensayos y un total de 2.552 puntos.
  • 89.267 La mayor entrada en un partido mundialista se produjo en el estadio de Wembley, en 2015, para ver un Irlanda-Rumanía.
  • 139 drops En la historia de los mundiales se han anotado 139 drops, algunos decisivos como los que lograron Jonny Wilkinson en 2003 para dar el título a Inglaterra en Australia o Joel Stransky para otorgar el triunfo a Sudáfrica ante los All Blacks en 1995. El inglés es el rey de esta forma de puntuación, puesto que es el máximo anotador de drops en todas las ediciones (14) y en un solo torneo (8, en 2003). En 1999, el sudafricano Jannie de Beer materializó cinco ante Inglaterra.
  • 277 tantos Wilkinson, campeón del mundo en 2003 y subcampeón en 2007, también el máximo anotador de la historia de la Copa del Mundo.
  • 142-0 El resultado más abultado en una Copa del Mundo fue el triunfo de Australia ante Namibia en 2003. Los australianos lograron entonces el récord de ensayos en un partido mundialista (22). El equipo africano se ha quedado sin anotar un solo punto en tres encuentros. En 1995, Nueva Zelanda venció a Japón por 145-7.
  • 15 ensayos Jonah Lomu y Bryan Habana son los máximos anotadores de ensayos en la Copa del Mundo. El neozelandés anotó 15 marcas en 1995 y 1999, y el sudafricano, en 2007, 2011 y 2015. Lomu y Habana, junto a Julian Savea, también son los jugadores con más ensayos en una sola edición (8).
  • 6 marcas El neozelandés Marc Ellis es quien ha logrado más ensayos en un único encuentro desde que logró seis marcas ante Japón en 1995.