Se acabó. El gran fin de semana del rugby en Donostia llegó a su fin con la disputa de la segunda y última semifinal de la liga francesa en Anoeta. La Rochelle, campeón de Europa durante los dos últimos años, confirmó los pronósticos y venció al Union Bordeaux-Bègles en un partido que supo controlar sin brillantez y sin terminar de aplastar a su rival (24-13). Los occitanos jugarán la final el próximo sábado frente al ganador del viernes en el estadio donostiarra, el Toulouse, reeditando la final de 2021. Pero ese partido ya tendrá lugar en París.

Si Donostia se tiñó el viernes del rojo y el negro de los seguidores occitanos, esta vez los colores dominantes fueron el negro y el amarillo de La Rochelle, claramente mayoritario en la Parte Vieja, en las fan zones de Sagüés y Anoeta e incluso en el transporte público de la ciudad, si bien el Topo también transportó a la mañana a numerosos seguidores bordeleses. No es extraño, ya que Toulouse y La Rochelle fueron los primeros equipos en asegurar su billete a la capital guipuzcoana.

También en las gradas de Anoeta fueron mayoría los partidarios de La Rochelle, con un nutrido grupo de bordeleses en el fondo cercano al miniestadio. Pero también se pudieron ver seguidores del Toulouse y de muchos más equipos, además de algunos representantes de los clubes de Iparralde y de los conjuntos locales. Y tampoco faltaron los grupos de aficionados que acudieron al partido disfrazados, y que hizo preguntarse a algún nativo si estarían de despedida de soltero. 

El duelo no comenzó bien para los intereses de La Rochelle. El Burdeos se adelantó con un golpe de castigo del internacional Matthieu Jalibert a los tres minutos de juego (0-3). El equipo de Ronan O’Gara, sin embargo, tardó poco en tranquilizar a su afición. El sudafricano Dillyn Leyds, libre de marca, culminó una jugada en la que La Rochelle movió el balón con paciencia hacia su banda. Hastoy puso el 7-3 en el marcador. El talonador Bourgahrit remató una melé a cinco metros de la zona de marca bordelesa para hacer posible el 14-3, y Boudehent, de forma un tanto acrobática, propició el 21-3 antes del descanso. El Burdeos no pudo parar las embestidas de La Rochelle, ni tampoco logró inquietar demasiado la sólida defensa de los campeones continentales.

En la segunda mitad, los de Ronan O’Gara gestionaron su ventaja y el ritmo del encuentro decayó. El Burdeos logró un 21-13 tras un golpe de Jalibert y un ensayo de castigo que supuso la expulsión temporal de un jugador de La Rochelle (m. 50), pero los marítimos ni siquiera sufrieron demasiado en los diez minutos en los que estuvieron en inferioridad numérica. 

Hastoy, tras errar una patada, certificó el triunfo para La Rochelle a falta de 10 minutos, y el duelo acabó con el Burdeos de Maxime Lucu buscando un ensayo que no hubiera cambiado nada. 

Donostia y Anoeta harán un paréntesis en su idilio con el rugby hasta otra ocasión. El ambiente en la ciudad ha sido inmejorable estos días y el Aviron Bayonnais, clasificado para la Champions Cup, ya se ha planteado la posibilidad de jugar dos encuentros en este escenario en el próximo curso...