Aranberri ha logrado la gesta de empatar en Banderas de La Concha con el pasaitarra Aita Manuel, que conquistó nueve como timonel

Nueve Banderas de La Concha en su palmarés. Se dice rápido, pero son muchos años de trabajo.

Así es. No todos los años se consigue ganar y yo en los últimos años he podido ganar muchísimo. Estoy muy agradecido a los compañeros, entrenadores y directivos que he tenido durante estos años, a toda la gente que me ha ayudado. Y también, por supuesto, a la familia. Esto supone mucho sacrificio. De fuera se verá más fácil dirigir a selecciones como dicen algunos, pero esto tiene mucho trabajo y sacrificio.

En esta han mostrado una gran superioridad. Eran favoritos y no han dado ni media opción.

Pues no. La verdad es que el equipo estaba preparado para ello, al final ha sido más o menos lo que hemos demostrado durante toda la temporada; hemos sido los mejores. Igual en alguna regata no ha lucido tanto, pero ya arrancando desde los campeonatos el equipo demostró que tenía opciones de andar muy rápido. Todos los remeros intentan llegar bien a La Concha, es la regata más importante y el sueño de todos los remeros, y creo que el equipo ha llegado en el mejor momento.

Ha igualado en Banderas de La Concha a Aita Manuel, toda una leyenda del remo. ¿Cómo se siente después de eso?

Pues un poco raro. Al final, los años anteriores ya se estaba hablando de que si ganando otra el año pasado o ganando dos más hace dos años ya empataba con Aita Manuel. Pues ahora que ya estoy empatado estoy muy orgulloso del camino. Echando la vista atrás estoy orgulloso y agradecido a toda la gente que me ha estado ayudando.

¿Se fija en ese tipo de estadísticas? ¿O está centrado en el presente y en hacer bien su trabajo?

Es que al final estos datos suelen aparecer solamente en fechas de las regatas de La Concha. Yo en los últimos años, y lo he dicho más de una vez, he intentado disfrutar del camino. Estoy disfrutando muchísimo de los entrenamientos. Los últimos cuatro años desde que salí de Orio, quitándome un poco la presión y la obligación de ganar, he intentado y he conseguido disfrutar de los entrenamientos y de las regatas incluso de trainerillas y bateles. He intentando disfrutar del camino, y si vas disfrutando y trabajando día a día los resultados llegan. Por lo menos a mí los últimos años eso no me ha fallado y creo que ese es el camino.

No le descubro nada nuevo si le digo que a usted ya se le considera una leyenda de este deporte, y aún no tiene ni 40 años. No sé cómo le sienta que se hable de usted de esa manera y si ha asumido ya los números que ha logrado.

Bueno, sí que he conseguido mucho en pocos años, aunque llevo muchos años en el remo. Es verdad que con Zarautz conseguí un Campeonato de Gipuzkoa y ganamos alguna regata en la ACT, la de Zumaia de 2007, y a partir de ahí en equipos punteros he empezado a ganar, pero eso ha sido a partir de 2011 y en estos pocos años he ganado lo que he ganado.

¿Le molesta hasta cierto punto que se le pueda quitar valor a todo lo que está consiguiendo por haber estado siempre en botes muy potentes?

Molestar no me molesta. Ese tipo de comentarios suelen venir de fuera, normalmente de gente que no sé si tiene mucha idea de lo que supone todo esto. En el fútbol o en deportes de equipo en general siempre suele haber selecciones o equipos muy buenos preparados para ganar, pero solamente gana uno. Las selecciones también hay que engranarlas muy bien, tiene que funcionar todo muy bien y tienes que hacer las cosas muy bien. En Bermeo muchos años ha habido selecciones o equipos mejores que el que hay ahora y no ha ganado, aunque ha estado en la pelea, pero ha ganado otro equipo, y solo gana uno. Es muy difícil. Te facilita un poco tener buenos remeros y buenos equipos, pero hay que trabajarlo igual. Aquí nadie te regala nada, hay que trabajarlo y hay que mimarlo día a día. Si no buscas ir mejorando cada día no consigues estos triunfos.

37 años y no baja el pistón. ¿Dónde pone usted el límite?

No lo sé. Ya llevo varios cursos que estoy funcionando año a año. No me pongo ni límites ni techos. Este año también acabaremos la temporada la semana que viene y después descansaremos un poco. Aunque estés ganando hay desgaste, más físico que mental, porque al final estás todas las semanas en entrenamientos o todos los fines de semana buscando ese punto de mejora, y mentalmente cansa, aunque disfrutas. Ahora al acabar la liga descansaré y después para la temporada que viene ya veremos. Nos sentaremos otra vez en casa a ver lo que nos aporta y lo que no. Si sigue mereciendo la pena continuar en el remo, seguiré; y si no, estaré con la familia. En casa tengo tres crías preciosas que ya te reclaman mucho y la verdad es que eso tira mucho.

Empezó en el remo muy joven, ya en 2000 estaba usted en Zarautz. ¿Haber empezado tan pronto ha sido clave en su carrera? Tenía incluso que llevar chaleco salvavidas...

Yo creo que sí. Cuando eres tan joven las oportunidades, y cada vez menos, no se suelen dar. Y si se les da, cuesta aprovecharlas. Yo tuve la suerte de que Mendizabal vino en 2003 y cuando era cadete de segundo año con 16 años, y efectivamente con el chaleco, tuve la oportunidad de subirme a la trainera; me dieron esa oportunidad y esa responsabilidad que hoy en día igual nadie te puede dar. Yo creo que supe aprovecharla y creo que fue clave empezar tan temprano y adquirir esa experiencia desde tan joven. Ha sido clave.

¿De dónde le viene la afición al remo?

Pues no lo sé, yo empecé de casualidad en esto. En la ESO creo que fue cuando nos juntamos cuatro o cinco compañeros de clase para sacar un batel. El hermano de uno de los compañeros andaba remando y empezamos ahí para probar. A partir de ahí nos enganchamos. En Zarautz el remo en mis años era muy desconocido y se tenía que desplazar todo el mundo a Orio, no veías entrenar en Zarautz a ningún bote. Empecé más o menos de casualidad. Sí que es verdad que en la familia hemos seguido siempre las regatas de La Concha y las veíamos en televisión, pero no como práctica.

¿Había algún patrón en el que se fijara cuando era joven?

Pues estaba por ejemplo Txiki, que era muy pequeñito y manejaba muy bien el bote. Estaba también José Luis Korta; Asier Zurinaga también andaba por ahí. Como referentes les he tenido a estos. Gente como Amunarriz y Carrillo también estaban cuando yo era pequeño. ¡Y algunos todavía siguen!

El suyo también es un recorrido largo en este momento. ¿Tiene alguna bandera a la que le dé más valor que al resto o que la haya vivido con especial emoción?

Todas las banderas tienen su miga. En el recuerdo seguramente, si me pongo a pensar, me acordaré de todas las banderas ganadas. Pero igual especial ilusión me hizo ganar la primera bandera con la trainera de casa, y también el Campeonato de Gipuzkoa. Ganar alguna bandera o algún título con el bote de tu pueblo es especial. Luego también la primera Bandera de La Concha, en 2011, y después la regata de Zarautz que gané en 2016 con Urdaibai, que fue la primera ikurriña. Esas las tengo en el recuerdo y muy presentes.

En su primera etapa en Bermeo ganó cuatro Banderas de La Concha. ¿Esa es la etapa más importante en su carrera para haber llegado a donde está ahora?

Puede ser, sí. En seis años que estuve en Bermeo gané cuatro Banderas de La Concha. Luego me pasé a Orio y también pude seguir ganando; en 2017 logramos el título. Sí que ganamos bastante en pocos años. A Bermeo le costó ganar la primera Bandera de La Concha, pero después en pocos años ha ganado en ocho ocasiones ya.

Le iba a preguntar precisamente por ese paréntesis en Orio consiguiendo el doblete y que también fue muy sonado. Aquella remontada en La Concha es muy recordada.

Sí, esa Bandera de La Concha está también en la vitrina de los recuerdos. La bandera que se consiguió con aquella remontada y aquella mar fue histórica. Todo aficionado al remo se acordará de aquella regata, y ese año había muy buenos remeros y no se considera como una selección. Ese año hicimos muchísimos kilómetros en la mar y el segundo domingo necesitábamos esas condiciones para aquella remontada, y lo hicimos perfectamente sacando a relucir todo lo que se trabajó durante el año. Ese año no fuimos los mejores, creo que había mejores equipos que el nuestro, pero fuimos los más rápidos.

Es complicado, ¿pero le queda alguna espinita en el remo? ¿O algo que le apetezca hacer antes de, cuando se dé ese momento, dejar la competición?

No, la verdad es que espinas no tengo. Todo lo que he querido o he soñado lo he conseguido. He disfrutado muchísimo de lo que he vivido y de lo que estoy viviendo, y cuando disfrutas de lo que haces las cosas se llevan mucho más fácil. Ninguna espinita, qué va.

¿Le falta por ganar alguna bandera?

Pues alguna seguro que habrá, pero tampoco miro a lo que no he ganado. He ganado muchísimo y es para estar orgulloso.

No sé si tiene en mente volver a remar en algún momento en Zarautz.

Siempre se comentan estas cosas, que cuando los deportistas se quieren jubilar quieren hacer los últimos años en el equipo de casa. Sí que lo he pensado alguna vez, porque en Zarautz ahora el remo se vive de otra manera, tiene otra infraestructura, se trabaja muy bien la base y la verdad es que no es como hace unos años, que éramos más jóvenes y teníamos todo más a desmano. Ahora mismo el equipo de Zarautz es bastante apetecible y, aunque esté en la ARC, tiene muchísimos jóvenes. No tiene trainera B, pero cuenta con muchísimos canteranos y muchos chavales en bateles y en trainerillas, e incluso se rema en banco móvil, y además está la trainera femenina, que cada año está dando un mejor nivel. La verdad es que es un club muy apetecible.

Este año, una vez más, ha logrado el doblete. ¿Le hace más ilusión ganar la Liga o La Concha?

Te hace ilusión ganar cualquier cosa. La Liga cuesta muchísimo ganarla; yo cuando tenía cuatro Banderas de La Concha ganadas todavía no tenía ninguna Liga. Me costó mucho ganar mi primera liga y es muy difícil. Te exige un año muy completo, un muy buen equipo y que te coincida bien todo y que hagas todo bien. Los fallos se pagan muy caros en una Liga. Tengo el recuerdo de que en 2011 íbamos primeros en la Liga y en una maniobra en la segunda ciaboga en Portugalete hubo un toque de palas, nos descalificaron y ahí se fue el sueño de ganarla. Venían de ganar en 2010, pero en 2011 no la ganamos. Y hasta 2016 yo no gané mi primera Liga.

Comentaba usted antes que se tenía que sentar con la familia, pero doy por supuesto que el año que viene seguirá en las tostas, porque al menos desde fuera se le ve disfrutando.

Sí, pero es que una cosa es lo que yo disfrute y otra el trabajo que queda en casa. Yo llevo muchos años fuera de casa, son muchísimas horas y no es como hace algunos años. Yo cuando salí de Orio la primera intención era acabar con ese mal sabor de boca con el que acabé en 2020 y hacer una buena temporada en Santurtzi, y ya llevo cuatro años fuera de casa otra vez. Y no es lo mismo que en la anterior etapa, en la que no tenía ni familia ni nada, solo vivía con la mujer y ella también trabajaba de sol a sol, como yo. Ahora el tema es diferente, tengo tres niñas en casa y hay mucho trabajo, aunque esté disfrutando y aunque veo que ellas también están disfrutando viéndome a mí, que hace que lo lleve más fácil. Pero lo que te comento, acabaremos la temporada, nos sentaremos otra vez como lo hacemos todos los años y pondremos todo en la balanza.

En el caso de que siga, ¿se imagina superando el récord de Aita Manuel?

Pues sí, pero ya te digo que tampoco voy a estar mirándolo. Si tiene que venir, vendrá; y si no, todo lo que esté hecho quedará ahí. Yo estoy orgullosísimo con lo que he hecho hasta ahora. Sin contar el número de banderas conseguidas, haber ganado solo una ya es un sueño. Imagínate cuántos remeros o patrones habrán tenido ese sueño y no lo han conseguido. Yo he sido afortunado de haberlo ganado una vez, pues imagínate haberlo hecho nueve. Si tengo que ganar más, pues ganaré, y si no, pues no pasará nada.

Que el remo es un deporte muy esclavo es algo sabido por todos, y la familia tira. Supongo que el apoyo será fundamental para que usted siga disfrutando de esto.

Es fundamental. Es que yo, aparte del remo, estoy currando; salgo a las 7.15 de casa a trabajar hasta las 17.00, salgo y me voy directo a Bermeo a entrenar. Estoy fuera de casa todo el día, y en casa tenemos tres niñas, con la carga que tiene todo eso, porque hay que llevarlas a la ikastola, recogerlas, ir al parque y demás. Ser padre es bonito pero también duro, estás atado a los críos 24 horas y yo de esas horas tres cuartos estoy fuera de casa. Y en casa tiene que haber alguien, que es mi mujer. Y si no fuese por ella, esto sería imposible.

Es que si la conciliación es difícil simplemente con tener trabajo, con esas horas extra que está usted fuera es otro nivel.

Así es. Y yo estoy a gusto, y hasta ahora siempre me he salido con la mía, por decirlo de alguna manera, pero sé el trabajo y el sacrificio que hay en casa. Algún día el remo se acabará, me tendré que quedar en casa y estaré encantado. En el remo empecé como un hobby, porque me gustaba, y lo sigue siendo. Estoy disfrutando, pero hay prioridades. Hasta ahora he optado por remar, seguramente el año que viene también estaré remando, no se sabe, pero la familia también necesita mi apoyo y hay mucho trabajo en casa, así que algún día me tendré que quedar.

¿Le para la gente cuando va por Zarautz? Al final, es usted un vecino del pueblo haciendo historia.

Sí. El lunes eran las Euskal Jaiak en Zarautz y fuimos a dar una vuelta con la familia vestidos de baserritarra, y me quedé sorprendido con toda la gente que me felicitó. En cada esquina me felicitaba la gente, tanto conocidos como no conocidos, y me quedé muy agradecido y sorprendido a la vez con toda la gente que lo hizo.

Voy a tirar de tópico, pero si deja el remo en Zarautz siempre le quedará el surf.

¡No he surfeado nunca, pero nunca es tarde!