Cantidad de generaciones han memorizado este dicho en el litoral guipuzcoano: “Al mar no hay que tenerle miedo, pero sí mucho respeto”. La tradición oral sirve para rehusar confianzas cada vez que los pescadores salen a faenar. Hace décadas que el remo dejó de ser propiedad exclusiva de las gentes del mar, pero no por ello han dejado de existir sus costumbres. El dicho es buen ejemplo de ello; en todas las cuadrillas que ayer se dieron cita en la rampa del muelle donostiarra nadie desestimaba la fuerza de Neptuno.
La primera trainera en comprobarlo fue la Bantxa donostiarra. Los anfitriones salieron pasadas las 9.30 horas desde su local situado en el puerto. No tardaron mucho en volver a resguardo, como dictan los cánones en víspera de regata. El tiempo que estuvieron en el agua fue suficiente para deducir lo que les espera esta mañana. Según el remero Hegoi Intxauspe, “el viento soplaba con fuerza, y además se espera mucho movimiento. Creo que durante la temporada no hemos remado en estas condiciones, y tenemos ilusión, porque nos manejamos bien en el mar”. No obstante, el zarauztarra tiene preferencias claras a la hora de elegir calle, pues cree que “la primera no la querrá nadie. Me gustaría remar por la tres o la cuatro”.
Una hora después se ejercitó Hondarribia en su segundo día consecutivo en Donostia. Ya desde el viernes, los pupilos de Mikel Orbañanos entrenaron en el escenario de hoy. El kontrankeko de babor Beñat Egiazu confirmó que en el entrenamiento del viernes “tuvimos muy buenas sensaciones, lo que nos dio más moral para el fin de semana”. Cree que las diferencias aumentarán, y que puede jugar a su favor, por lo que se mostró firme pocos minutos antes de salir a bogar: “Tenemos muchas ganas. Hemos entrenado bien durante la semana y el trabajo ya está hecho. Ahora estamos a la expectativa de las condiciones. Parece que mañana -por hoy- habrá menos viento, pero al llegar hemos visto una ola que si te llega de frente, se acabó”. No obstante, el hondarribiarra espera que el mar esté más limpio que ayer.
Del mismo parecer es Bersaitz Azkue, remero de Orio. Antiguo compañero de Intxauspe en Zarautz, también opina que la uno será la calle más dificultosa. El aguilucho prefiere “que no haya una mar excesiva, porque el sorteo será crucial”. La San Nikolas, que el viernes entrenó en el Oria con el apoyo de su afición, tiene dos equipos por delante, lo que en palabras de su remero “es el mayor obstáculo que tenemos”. No obstante, Azkue cree que lo más importante será llegar a la baliza con los demás: “Con la mar tan embravecida, para la vuelta tenemos mucha confianza en nuestro patrón”. Los aficionados que ayer se agolparon en las inmediaciones del Paseo Nuevo pudieron dar cuenta de las empopadas de Orio.
Bajo la lluvia, nadie dudaba que en condiciones similares la calle uno será la peor. Pero David Iglesias no le presta mucha atención a ello. El donostiarra de Kaiku afirma que no hará mucho caso al sorteo: “No saldremos con la cabeza gacha porque nos haya tocado esa calle”. En su opinión, al estar la mar muy movida su equipo también cuenta con opciones de llevarse la victoria, y está deseando que se repita la marejada de ayer: “Nosotros estamos los más distanciados del primero, y este mar nos abrirá posibilidades. La clave estará en la vuelta”. Tras pasar la semana entrenando en Zierbena, “donde las condiciones eran distintas”, ayer tomaron nota del campo de regateo donostiarra.
“Habrá que trabajar mucho y no descuidar la concentración”. Ricardo Lamadrid, remero de Zierbena, tiene claro cuál es la clave para acertar hoy en Donostia. El vizcaino considera que se verá una regata entretenida para el aficionado, y está dispuesto a poner su granito de arena para que así sea: “En las últimas semanas hemos mejorado en mar abierto, así que venimos con mucho animo. Queremos ganar la tanda y esperar lo que suceda después”, opinó el remero de Zierbena, que junto a Tirán fue el último equipo en salir a entrenar en una mañana pasada por agua.
Las féminas, a por todas Las cinco traineras femeninas que se dieron cita en Donostia concordaban en una cosa: la suma del viento, olas y lluvia no pueden hacer frente a la ilusión. Una de las máximas exponentes de esa ecuación era Ane Pescador. La remera de San Juan sabe lo que es saborear la gloria en La Concha. Con tres victorias en su haber, arranca la regata de hoy con 2,66 segundos de desventaja respecto a Hibaika. No obstante, la batelera cree que “las diferencias aumentarán”. Si le dieran una calle para elegir, Pescador se quedaría con la tercera, “porque no llega la contraola de la isla y a la vuelta la ola marca hacia la uno”.
Junto a las pasaitarras se dieron cita Mecos, Arraun Lagunak, Hernani y Donostiarra. El entrenador de estas últimas, Borja Mena, también vería con buenos ojos la misma calle: “Espero que se mejoren un poco las condiciones. Aún así, me quedaría con la tres o la cuatro. Hoy la ola rompía a la altura del Aquarium y el campo estaba peligroso en esa zona”. El técnico oriotarra también repara al viento, pues cree que “la ola entrará como estaba pronosticado, de noroeste y con rachas muy fuertes”. Unas condiciones que han preparado las pestañas y palcas laterales a las donostiarras, además de la bomba de achique. No obstante, el técnico oriotarra afirma que su equipo llega a la gran cita sin descartar nada “con buenas sensaciones y con el objetivo de superar a Deusto y Hernani”.