Síguenos en redes sociales:

“Me gustaría intentar competir y no conformarnos con salir en una regata”

El pasaitarra Guillermo Somoano (20-XI-1979), antiguo patrón de San Juan, es el responsable de guiar las primeras paladas de Lapurdiko Arraun Taldea en su debut como entrenador

“Me gustaría intentar competir y no conformarnos con salir en una regata”

donostia - ¿Cómo acabó en Lapurdiko Arraun Taldea?

-Bixente Etxegarai -el presidente de Ur Joko- nos planteó que se habían juntado varios clubes para sacar una trainera y que no tenían entrenador. Habían contactado con varios, pero ninguno se animaba a ir hasta allí. Y al final me embarqué yo en esta historia. Había dejado el remo en 2010, no pensaba ni que iba a volver. El proyecto me pareció bonito, y no voy a negar que me picaba el gusanillo. En lo personal, estoy encantado, y en lo deportivo, hay que trabajar mucho. Es el primer año. Son gente muy jatorra. Me comentaron que este año se conformaban con sacar la trainera al agua, pero ya que estamos queremos intentar competir. Y en eso estamos, poco a poco y con paciencia. Es un reto bonito, y yo estoy muy a gusto.

¿Es su primera experiencia como entrenador?

-Sí. Yo siempre había sido patrón. Entré en San Juan a los nueve años.

¿Ejercerá de patrón?

-Ha venido una chica que estuvo en Hibaika hace unos años a echarnos una mano, y la hemos hecho ficha para la ARC. No va mal.

¿Qué panorama se ha encontrado entre los remeros?

-Algunos venían a remar a Gipuzkoa. Unai Villacorta, por ejemplo, estuvo en San Juan el año pasado. Un par de ellos estuvo en Hibaika, y otro remó con Oiartzun hace un par de años. Pero son una minoría. Solamente cinco remeros conocían el banco fijo. Esa gente está muy motivada. Los demás no tenían experiencia. Algunos vienen del banco móvil, e Ibaialde, por ejemplo, es un club de veteranos y de carácter lúdico. Todos conocían un poco el remo, pero no la competición. Lo primero es aprender a remar. Lo que más nos ha costado es que cojan el hábito que tenemos aquí de entrenarse día a día. Es un proyecto nuevo y hay que trabajar mucho.

¿Cómo se las arreglan para entrenar?

-Un club están en San Juan de Luz (Ur Joko) y otro en Anglet (Ibaialde). Hay mucha distancia. Por eso, el entrenamiento de tierra -de ergómetro, gimnasio, etcétera- lo hace cada uno en su club, y luego nos juntamos para salir al agua, un fin de semana en un sitio y otro en otro. Cuando empezamos nos entrenábamos cuatro días a la semana, y uno de ellos íbamos al agua. Luego nos entrenamos cinco días y dos de ellos, íbamos al agua. Ahora ya entrenamos seis días y estamos tres en el agua, y ahora vamos a pasar a cuatro días porque lo que necesitamos es ir al agua. Estamos intentando inculcarles lo básico, y ya lo van cogiendo. Trabajamos a ritmos bajos, para mejorar la técnica. Luego, cuando metamos un poco de ritmo, se verá la evolución.

¿Qué idioma se habla en la trainera?

-Casi todos los de Ur Joko saben euskera. Los de Anglet y Baiona, algunos saben y otros no, y yo no sé francés. Hay un remero que me ayuda y en cuanto digo algo lo repite, instantáneo.

Como entrenador, ¿qué objetivos se ha planteado?

-A mí me gustaría intentar competir, y no conformarnos solo con salir en una regata. El equipo es nuevo y hay que ver hasta dónde llegamos, sin ponernos ninguna meta. La gente está respondiendo bien.

¿El proyecto de Lapurdiko Arraun Taldea ha despertado el interés de la gente?

-No sabría decirlo. Vamos a lo nuestro. El remo se vive de otra manera. Yo nunca había estado fuera de San Juan, y la gente ya me dice que esto no es San Juan.

¿Y qué acogida ha tenido a este lado del Bidasoa?

-Buena. La gente nos está animando y nos ha ofrecido alguna ayuda. Es importante que la gente sea de allí, de Lapurdi.

El sábado que viene la trainera afrontará su primera competición en el Descenso del Oria...

-Sí. Todas las traineras van a Orio, era una cita un poco obligada.