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Donostiarra necesita un punto más

‘play-off’ tercera en la primera jornada, hoy tendrá que ganar o depender de otro bote para subir

donostia - La Donostiarra inició con buen pie el play-off de ascenso a la ACT en cuanto a sensaciones, bravo en la pelea ante una mar enfurecida, incansable hasta la meta, pero desafortunado en la batalla que puede llevar al premio que ansía. La Torrekua no logró deslizarse tan bien como pedía la situación en popare y los dos rivales que mejoraron su tiempo en línea de meta, mostrándole que desean tanto como su tripulación el billete a la elite del remo.

Ondarroa y Ares se hicieron con los dos primeros puestos en el arranque de la eliminatoria y hoy partirán como favoritos a la contrarreloj de ría, en Portugalete. Este mediodía, los donostiarras necesitan ganar la regata para depender de sí mismos y lograr el billete a la máxima competición. Si no es así, mínimo deberán ser segundos y depender de carambolas. Es la única calculadora posible para los remeros de la capital. Ayer, el temporal que hizo las delicias de los espectadores, y fue un suplicio para las traineras, deparó diferencias en la llegada. Ondarroa, campeona de la ARC-1 y que llegaba como gran favorita para conseguir uno de los dos billetes en juego, y la gallega Ares aprovecharon a la perfección las posibilidades que deparaba la trapalla levantada en las aguas bermeotarras.

Los de A Coruña, los grandes desconocidos en la previa, campeones de la LGT-A (Liga Galega de Traineiras), hicieron llegar al resto su carta de presentación. Los responsables del club reconocieron que “estamos acostumbrados a remar con mucho viento y nos sabemos adaptar a esta mar movida”.

Si los gallegos pudieron sacar tajada del temporal, Portugalete naufragó. No acostumbran los remeros de la Jarrillera a remar en tan complicadas condiciones y lo padecieron con creces. Cerraron la clasificación como cuartos, y con una desventaja de más de medio minuto que hace prácticamente imposible la salvación de los portugalujos hoy en sus aguas.

Por ello, la Donostiarra sigue viva. Con la trainera amarilla descartada, su batalla estará con Ares y Ondarroa. Con que pinche uno, si él está fino, será difícil que se le escape el ascenso. La víctima más propicia será Ares, que hoy debería sufrir en las corrientes de la ría del Ibaizabal. Ondarroa volvió a ser regular en lo alto. Marcó el mejor crono en el primer largo y en el último. Entre medias, el fabuloso segundo largo de Ares, que le permitió despegarse de los donostiarras, doce segundos más lentos en ese tramo. Sin embargo, los pupilos de José Ramón Mendizabal no bajaron los brazos y consiguieron el mejor registro al término del tercer largo, con dos segundos de margen sobre la eficiente Antiguako Ama de Ondarroa, y seis sobre Ares. Siete segundos debía remontar a los dos botes para alzarse con la victorias, pero la Torrekua falló en la última txanpa y perdió la oportunidad. Fue la más lenta, dejándose once segundos con Ondarroa, y seis con sus otras dos rivales. Hoy no podrá hacerlo si quiere ascender. El sueño está aún vivo, pero para ello deberá dar un punto más. O que otro bote le eche un cable que le suba al cielo de la Liga San Miguel.