DESPUÉS de más de cien años de historia de la Bandera de La Concha, las apuestas han pasado a formar parte del ambiente de las regatas. Los artekaris en Portaletas, primero, o las modernas máquinas de las empresas, desde hace poco, han servido para ganar y perder dinero y para medir las expectativas de los aficionados. Esta edición, los comentarios sobre las posturas que se realizan en los bares dejan una cosa clara: "Kaiku es superfavorito".
En la Parte Vieja donostiarra, el bar Aralar continúa mostrando en unas pizarras las apuestas que se intercambian sus clientes. José Luis Matías, encargado del establecimiento, explica que en el Aralar "esto es una tradición de hace muchos años", pero también está abierto a las innovaciones: "La novedad este año ha sido las apuestas de chicas, aunque hay pocas, porque tienen menos tirón".
José Luis relata que la recogida de apuestas "es una tradición en días especiales. El del bar no gana nada. Son los clientes los que echan las apuestas. Lo hacen por entretenerse y pasar una semana diferente. Apostando parece que están más involucrados; hay más salsilla".
Kaiku tiene la confianza de los apostantes. La apuesta más llamativa es que la embarcación de Sestao "saca doce segundos a Hondarribia", que propone jugarse mil euros. Pero los tiempos en los que hasta un caserío podía cambiar de manos tras una regata ya han pasado a la historia: "Que se acepten apuestas de más de 100 euros es muy difícil. Las apuestas son para entretenerse, no son cantidades grandes. Hay otra de Kaiku bandera que no 100-600, o sea, que el que la echa pone cien y el que la acepta, 600".
José Luis afirma que "esta semana se apuesta más que la primera, pero se nota que no están Orio o San Pedro, porque las traineras de aquí son las que traen apuestas y gente. Muchos clientes, por tradición, cogen una mesa y ven las regatas aquí mientras almuerzan".
Entre las propuestas que recogen las pizarras del Aralar figuran también que Tirán terminará por delante de Hondarribia, o que la Donostiarra estaría en la tanda de honor, "que fue rápidamente aceptada".
posturas
Hasta 24.000 euros
Otro lugar tradicional para analizar el favoritismo de las traineras es el Bar Cantábrico de Tolosa. El propio ayuntamiento de la localidad papelera reconoció a este establecimiento como "un referente en el cruce de apuestas sin ánimo de lucro con respecto a los deportes rurales autóctonos o asimilados practicados en Euskal Herria, que por su seriedad se depositaban en dicho bar y que puestas al público fomentaban y difundían la importancia de dichas modalidades deportivas, las cuales forman parte de nuestro acerbo cultural".
El responsable del establecimiento, Tomás Armendariz, tiene claro que "Kaiku es superfavorito. Se han cogido algunas posturas bajas, y hay una alta, a que Kaiku se lleva la bandera, de 6.000 a 1.100". Quienes quieren apostar por la sorpresa pueden aceptar una postura de 200 a 900 a que gana Urdaibai. "Hay una diferencia bárbara".
Las apuestas en el Cantábrico se realizan a través de las máquinas de la empresa Kiroljokoa. "Todo pasa por ahí, pero hay clientes que me dicen Como no entiendo la máquina, mételo tú. Tienes que ayudar a la gente", explica Tomás.
El interés de los apostantes sube en la segunda jornada de la bandera, y no ha disminuido a pesar de la crisis: "Siempre se mueven apuestas en la última jornada, y el nivel este año se ha mantenido". La apuesta más alta de la que Tomás tiene constancia en esta edición ha alcanzado los 24.000 euros, y no la ha realizado una sola persona, sino una cuadrilla".
Los aficionados al remo acudirán mañana al Cantábrico para presencia el desenlace de la Bandera de La Concha. "El domingo tiene que estar eso puesto en la televisión, como todos los partidos de pelota, porque hay gente que vive la regata".