donostia. Con el aliciente de unas olas de casi un metro en el solar más emblemático de la Liga San Miguel, la Ikurriña de Zarautz marca hoy (18.00 horas, ETB-1) y mañana (12.00) un punto de inflexión en la competición mientras los tambores de La Concha suenan más y más cercanos.

El remo muchas veces es cíclico. "Funcionamos por ciclos", suelen afirmar los directivos y entrenadores de los clubes de cantera. Hondarribia y San Juan viven ahora en la cresta de esa ola que acaricia Tirán y sobre la que tratan de ganar altura San Pedro y Zumaia, mientras Orio intenta cogerla para no desesperar en el agujero. Pero los ciclos que marcan a las traineras canteranas también afectan a las botes construidos con una inyección de euros. El dinero que hace unos años impulsó a los clubes cántabros, ahora da de comer a los vatios vizcainos. El remo no es surf, por mucho que estemos en Zarautz. Sobre una tosta y con un remo en la mano, nadie espera a un afortunado golpe de mar. Más vale coger la primera ola según viene, que la siguiente igual se demora demasiado. O nunca llega.

Mirar el palmarés de Zarautz significa zambullirse en la marejada del remo. Hace tres años, solo tres años, Castro fijaba el estratosférico registro de 19:19.69 que borraba el longevo récord que San Pedro estableció en 1992 (19:24.21). Aquel día, La Marinera también rebajó la marca tras la doble jornada a 38:56.72. Su entrenador, Juan Mari Etxabe, ahora dirige Santurtzi; su entonces segundo de a bordo y luego sucesor, Joseba Fernández, ha sido sustituido tras su cese por el patrón Iker Gimeno, que aquel día dejó en tierra a Juan Mari Lujanbio. Aquel club que un mes después ganó La Concha y al año siguiente la Liga San Miguel, hoy remará en la tanda de los humildes. Junto a Orio, que de un año a otro ha pasado de ganar la bandera zarauztarra y aspirar a la corona liguera, a pelear por eludir el play-off, algo que pueden finiquitar San Pedro, Castro y Zumaia. Los aguiluchos, en cambio, confían en aguantar otra semana con munición en la recámara.

La Libia, desaparecida hace unos años para resurgir con brío de la mano de Aitor Balda, remonta el vuelo con Gabi Larrinaga, y Zarautz es un gran escenario para reivindicarse como alternativa a las siete primeras de la tabla y máximas candidatas a entrar en La Concha. Hoy tendrá al lado a Tirán, Pedreña y Astillero, cada vez más cerca de ser lo que fue pero ahora con la notoria sensibilidad de Jon Salsamendi.

Y en la tanda de honor, cuatro proyectos al alza, exponentes de dos filosofías. Por un lado, Kaiku y Urdaibai, con el deseo de la Bizkaitarra de reeditar el poderío del Campeonato de España para aplacar los últimos intentos de la Bou Bizkaia por seguir latiendo en la liga. Por otro, Hondarribia y San Juan, dispuestos a jurar bandera sin perder el paso ante la San José XIV, que espera su traspié.

También la ARC-1 Tras cinco años surfeando en la ACT, la misma ola que elevó a la Enbata la terminó arrastrando a la ARC-1. Pero Zarautz no quiere encallar ahí, y hoy, en sus aguas (12.00 horas) es una buena ocasión para convencer de que ha cogido otra buena txanpa inicial hacia la elite. La Donostiarra le contestará la condición de primera guipuzcoana, y Portugalete, Zierbena, Lekittarra y Santurtzi son los obstáculos a sortear en la defensa de su bandera.