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"No esperábamos el segundo puesto, pero falta todo el año"

Donostia. Urdaibai se desplazó a Camargo "para pasar el sabor amargo", como apuntó su presidente Josu Zabalondo a diestro y siniestro tras la regata, y endulzó el viaje de vuelta con una bandera almibarada que se escapó a Hondarribia cuando se aprestaba a degustarla. Atrás quedan unos meses complicados y una semana clave para los bermeotarras en la que los cinco imputados por un presunto delito contra la salud pública han prestado declaración ante la jueza que instruye el caso Urdaibai. "Aún viviremos días difíciles, pero esta victoria nos arma de moral", finiquitó el máximo directivo txo.

Pero la Bandera del Valle de Camargo, que se disputó en unas condiciones muy duras, también fortaleció anímicamente a Hondarribia Orsa, que acabó segunda. La primera derrotada, pero en su caso no cabe el término derrota. Su regata fue un triunfo, que solo se escapó en el último largo, que lo afrontó en el mismo segundo que Urdaibai. Pero la mayor potencia de la Bou Bizkaia a favor de corriente y el viento en contra, acabó con las ilusiones de la Ama Guadalupekoa, que dominó con sorprendente mano de hierro la segunda tanda, ante Astillero, San Juan Iberdrola y Orio Amenabar.

El campo de regateo de Punta de Parayas hizo de las suyas, pero no fue tan terrible como algunos temían, aunque en la calle 1 se pasaba mal cuando tocaba remontar la ría. Tampoco atinaron los teóricos que habían calculado que la primera tanda saldría favorecida por la pleamar, porque también contó con algo más de viento, que sopló por encima de los 15 km/h. En esas condiciones, Kaiku debió realizar una contrarreloj casi en solitario, porque ni Tirán, ni Camargo ni San Pedro Ecolmare le aguantaron más de un largo.

La Bizkaitarra, por la calle 2, se marchó desde salida, para irse creciendo después y desplegar una remada imponente, pausada pero letal con el viento de proa. Acabó superando en 17 segundos a Tirán, en 26 a Camargo y en 40 a San Pedro. La Libia perdió el paso en el segundo largo, cuando se vio por detrás de la Virgen del Carmen, lo que hizo mella en las tropas de Gabi Larrinaga. Los morados no acertaron a volver por su calle 4.

Como se había vaticinado, la referencia de Kaiku era buena. Batirla suponía optar a la bandera. Y a por ella salieron las cuatro embarcaciones de la segunda tanda. El presumible duelo entre Astillero y San Juan se resquebrajó desde el banderazo inicial, cuando Astillero se descolgó por la calle 1. Los de Jon Salsamendi, que apenas seis días antes habían colgado su ocho, parecían desencanchados en un campo que conocen al dedillo. La batalla entre las tres guipuzcoanas fue apasionante, pero solo duró ese largo inicial, pues Hondarribia pulsó el turbo en el segundo largo, en el que Astillero fue capaz de reaccionar.

Los de Mikel Orbañanos, que ayer dejó su tosta a Gonzalo Carrión, estuvieron siempre a entre tres y seis segundos de Kaiku. Negociaron la última baliza a cuatro segundos de los de José Luis Korta, pero el hueco se fue recortando. A 800m. de la meta, el GPS indicaba un segundo en contra de los guipuzcoanos. "¡Hay que rematar!", se desgañitaba Ioseba Amunarriz, designado mejor patrón.

Automáticamente, sus hombres subieron a 37 paladas por minuto. "¡Un segundo a Kaiku! ¡Hay que meterles otro!", fue la siguiente indicación del patrón hondarribiarra. Y en la meta casi seis.

Por delante, Urdaibai peleaba por la bandera. El mástil se les escapó ligeramente cuando en la segunda ciaboga el viento empujó la trainera contra la baliza, en la que se enganchó el remo de Xabier Zulaika. El proel guipuzcoano echó mano de la pala de repuesto y el susto acabó ahí, para saborear de nuevo el dulce regusto victorioso con el que cerraron 2010 e inician el nuevo año.